| C A P Í T U L O 15 |

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Capítulo apto para +18, leen bajo su propia responsabilidad.

El camino a mi habitación esa noche pareció ser eterno, no llegaba más

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El camino a mi habitación esa noche pareció ser eterno, no llegaba más. Con cada paso que daba, más me costaba levantar los pies. Fue como si tuviera pesas en mis tobillos o sanguijuelas succionando mi sangre y fuerza ¿Era por mi humor después de la cena infernal? Ciertamente debía de ser por eso.

Después de lo que pareció una década llegué a mi habitación, mientras iba a la cama me iba deshaciendo de la ropa hasta quedar en nada más que en ropa interior. Estaba a punto de meterme cuando me detuve, sabía que a la madrugada me despertaría por el frío de mi pesadilla, lo cuál era mejor y más conveniente para mí agarrar algo de ropa para no tener que levantarme de nuevo a altas horas de la noche. Sí, era así de vaga, si me levantaba en la madrugada para buscar algo con lo que abrigarme, después no podría volver a conciliar el sueño. Ya me había sucedido, varias veces.

Fui hacia el armario y agarré una remera de manga larga y me la puse, el largo me llegaba hasta la mitad de los muslos. Tendría que ser suficiente esto. Mañana tendría que hablar con Dante, no podía posponer más la plática, tenía y necesitaba hablar con él. Antes de llamar a Marcos -alias: el hombre poeta- debía hablar con él. Tenía que averiguar su pasado, su mafioso pasado. No podía concretar ningún plan, ni cambiar de bando hasta saber que estaría a salvo y que no pelearía al lado de su padre cuando el infierno se desatara. Confirmar que no sería mi enemigo.

<<Mañana será agotador>> pensé.

Un sonido de la puerta me despertó sacándome de mi recurrente pesadilla. Aunque no me quejé, mis sueños no eran muy encantadores.

El sonido de la puerta cerrarse llamó mi atención, mis ojos se abrieron de inmediato. Las pisadas se escuchaban a pesar de que la persona trataba de caminar sigilosamente. Me quedé quieta, no quería que él o la desconocida supiera que estaba consciente, todos mis sentidos estaban alertas. Mi mano se dirigió lentamente debajo de la almohada donde tenía un cuchillo, lo agarré y esperé el ataque, pero nunca llegó. En cambio, sentí la cama hundirse a mis espaldas.

¿Realmente alguien había entrado a mi habitación solo para tirarse en mi cama?

No esperé más tiempo y en menos de un segundo estaba sobre el intruso, mis piernas entre su cadera, el cuchillo en mi mano, fijo en su garganta listo para cortar su carne.

-Soy yo -dijo la voz de un hombre.

La identifiqué de inmediato.

Dante.

¿Qué hacía en mi cama? ¿A qué había venido a estas horas mientras dormía? ¿Qué planeaba hacer? Estiré mi mano hasta la mesa de luz y prendí la lámpara, aproveché el movimiento y prendí el dispositivo que interfería con la señal de micrófonos -Lorenzo me lo había dejado sobre mi mesa de luz con una nota-, no quería que nadie escuchara nuestra conversación, aunque no sabía si me espiaban. Me incorporé y lo vi, debajo de mí yacía el hombre que siempre permanecía en mis pensamientos. Su pelo estaba algo desordenado y su mirada era indiferente. ¿Por qué? ¿Por qué me miraba así?

Breaking The Chains Of Cruel Fate [+18] (BREAKING #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora