¿Qué hacía uno cuando se sentía engañado o traicionado? Diré la respuesta: se encerraba en su cuarto y tomaba litro de ron, vodka y tequila como si fuesen agua. El truco para no terminar en un coma alcohólico era tomar un vaso de agua entre tragos y comer papas fritas, después de eso, llegado a cierto punto ya no sentías el sabor, solo el mareo.
Así había pasado los últimos tres días, encerrada en mi habitación, bebiéndome la vida en alcohol, sin saber qué hacer o cómo seguir viviendo. Supe que tenía que parar, pero ¿podía? Si dejaba de tomar volvería a pensar en la oscura realidad de que no era dueña de mi propia vida y que todo había sido nada más que una fea fantasía.
Un golpe en la puerta me desconcertó.
-¡Hey chibi! ¿Estás allí? -llamó Nico.
Cerré mis ojos, tratando de someter el dolor de cabeza que había comenzado a formarse por culpa del idiota detrás de mi puerta. Suspiré, ¿era necesario levantarme y abrirle la puerta?
Los golpes insistentes en la puerta no me dejaron opción.
Tropezando, me levanté de la cama y me acerqué a la puerta, pero no la abrí. Incluso ebria, sabía que nadie debía verme en tal estado. Respiré hondamente, tratando de quitarme de encima el mareo y la neblina que el alcohol me había obsequiado los pasados tres días. Tenía que actuar sobria y normal, ser la Princesa de Hielo.
Puedo hacerlo, repetí en mi mente tratando de darme fuerzas.
-Qué quieres. -Nunca había escuchado mi voz tan ronca como en ese momento.
-Tu voz suena extraña.
Mierda.
-Qué mierda quieres Nico -exclamé en respuesta, casi gritando.
Con cada respiración que hacía, la neblina se desvanecía y la claridad aumentaba en mi mente. Estaba recuperando el control, a pesar de querer lo contrario. ¿Estaría mal perder el control? ¿Qué tenía por perder si lo hacía?
-Tenemos una misión -dijo al fin.
-¿Encontraron algo? -pregunté curiosa, había abandonado mis responsabilidades sin importarme un carajo. Algo inusual en mí, y extrañamente Don no había venido a arrastrarme fuera del dormitorio. Debía de estar demasiado ocupado si no había notado mi ausencia.
-Se podría decir, localizamos el lugar donde se escondieron algunos de los bastardos. ¿Vienes?
-Déjame bañarme y me encontraré contigo en la entrada -comenté.
Escuché un suspiro detrás de la puerta.
-Tienes una hora.
Me despegué de la puerta y corrí -más bien me balanceé- hacia el baño. Abrí la ducha y con velocidad pasé la esponja con jabón por todo mi cuerpo, refregándolo fuertemente, quitándome el olor a alcohol.
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Breaking The Chains Of Cruel Fate [+18] (BREAKING #1)
Romance~COMPLETA~ Sinopsis: Verónica ha sido una de las asesinas exclusivas de la familia De Conti durante diez años por culpa de su padre. Su condena está a pocos meses de terminar, pero sus planes parecen cambiar cuando el hijo de Don Stefano vuelve a ca...