| C A P Í T U L O 10 |

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No recuerdo cómo pasé el resto del día, mi mente había estado inquieta, sin poder dejar de dar vueltas al contenido de aquel libro

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No recuerdo cómo pasé el resto del día, mi mente había estado inquieta, sin poder dejar de dar vueltas al contenido de aquel libro. Aquella información mía y de muchos más, las listas de víctimas...el solo ver aquella lista de personas que había matado a lo largo de los años...fue impactante. Me hizo pensar en el tipo de persona que me había convertido y en lo fácil que había sido matar a cada uno de ellos.

Reviví cada momento, cada una de mis matanzas. Las voces de mis víctimas se burlaban de mí, diciéndome estúpida, que me habían engañado, pero lo peor fue escuchar los gritos. Sus voces no pararon de atormentarme el resto del día. En algún punto me convencí de irrumpir en la oficina para descubrir más, debía de haber más, algún tipo de información que no hubiera visto o prestado atención.

Miré por la ventana hacia el cielo, la noche por fin había caído y la luna iluminaba la oscuridad. Era de madrugada, el mejor momento para entrar forzosamente , todos estarían durmiendo. Aprovecharía la noche para volver a leer el libro, tenía que saber qué más había.

Abrí la puerta de mi habitación lo más lento posible para no ocasionar ningún ruido, si me descubrían estaría en terribles problemas. Me moví con sigilo por los corredores con una pequeña linterna en mi mano iluminando mi camino, cada tanto me detenía, sólo para asegurarme que estaba sola y que no había nadie más conmigo. Sí, estaba siendo paranoica. Estaba completamente enfocada en bajar los tramos de escaleras lo más silenciosamente posible y llegar rápido al despacho. Mis pasos pasaban de ser lentos a rápidos en cuestión de segundos, mi cuerpo no se decidía y mis manos comenzaron a sudar de lo nerviosa que estaba.

¿Y si me encontraban en pleno acto? ¿Y si alguien me veía antes de poder llegar? ¿Y si...? No dejé de pensar en todos los posibles "y si", preguntas cuya respuesta no tendría hasta que sucedieran.

Con cada movimiento que hacía, estaba más cerca de mi destino, pero sucedió lo que había temido. Los ruidos de dos personas se escuchaban por el pasillo, si hubiese otro camino lo habría tomado, pero lamentablemente solo había un camino hacia el despacho. Me detuve inmediatamente y pensé qué hacer. ¿Cuál era la mejor solución? Tenía que pasar por allí sí o sí. No había mucho espacio para esconderse y no podía ver en la oscuridad, me verían llegar con la linterna. ¿Realmente no había otra forma de cruzar? ¿Y si entraba por la ventana de la oficina? No, estaba en el segundo piso, e incluso si lograba trepar dos pisos, nada aseguraba que la ventana estuviera abierta. Maldije entre dientes, por ahora esperaría hasta que se fueran, si no lo hacían...no me dejaban otra opción.

Me escondí en una columna y esperé, la linterna ahora yacía guardada apagada en el bolsillo de mi pantalón. Esperé y esperé y seguía escuchando los mismos ruidos. Cerré mis ojos y respiré hondo, debía concentrarme y no perder la concentración. Cuando los volví a abrir, mi respiración era más calmada, me asomé lo más que pude sin revelar mi presencia.

Quedé pasmada ante lo que estaba frente a mí.

Dante y la rubia estaban en una sesión de besos acalorada, los ruidos eran sus jadeos en busca de aire. Mi corazón comenzó a latir más rápido, pero no de emoción o tristeza, sino de rabia e ira. El maldito estaba besando a esa rubia, creo que se llamaba Catalina. No aguanté más y salí de mi escondite. ¡Al carajo con el plan!

Breaking The Chains Of Cruel Fate [+18] (BREAKING #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora