| C A P Í T U L O 9 |

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Una semana había pasado desde el ataque

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Una semana había pasado desde el ataque.

Tuvimos un par de bajas, pero muchos heridos. Algunas heridas no eran tan graves, yo estaba en la minoría cuyas heridas eran muy graves, pero eso no impidió que siguiera con mi trabajo.

Evité como pude a Dante, cada vez que lo veía en algún pasillo salía corriendo para otro o entraba a un cuarto escondiéndome. Él no podía saber sobre el acuerdo, era algo secreto entre Don, Lorenzo y yo, nadie más. Hacía demasiadas preguntas y no sabía si estaba autorizada para responderlas, tampoco quería arriesgarme a que el trato se derrumbara y tener que vivir para siempre en ese mundo. No, lo mejor era seguir evitándolo.

Bajé a la oficina del jefe donde Lorenzo me estaba esperando. Teníamos que revisar los archivos en busca de información en los libros de las demás familias y en los archivos sobre alguien con la descripción del poeta. No habíamos tenido mucho éxito hasta ahora. Es más, mi compañero estaba actuando extraño. Su mirada vacía ahora estaba llena de emoción, no sabía qué pasaba por su mente, pero algo había cambiado.

Llegué y me instalé en una mesa, habían muchos libros grandes y pesados con tapas marrones, estos eran del archivo de la oficina secretos. ¿Debía revisarlos? Miré con curiosidad. ¿Cuál leer primero?

Terminé agarrando uno pesado con tapa más oscura que las demás. Lo abrí y un escalofrío recorrió mi columna vertebral.

Ojeé las páginas, había muchos nombres y descripciones. Con cada página que pasaba, más curiosidad tenía. Aquel libro contenía información de las personas de la familia Di Conti, y estaba escrito por la mano de Don Stefano. A medida que fui avanzando en mi lectura, noté que las páginas se volvían más oscuras. Al principio no entendí hasta que vi que decía "miembros unidad fantasma". No sabía que había habido muchos miembros. Cada persona tenía como tres páginas donde se especificaba su misión y el resultado final. Había habido muchos miembros en el pasado. Estaba tan inmersa que no me di cuenta que había llegado al nombre de Lorenzo.

<<Lorenzo Greccio. Miembro de la unidad a los 2 años. Asesino experto. Apodo: El Fantasma. Casado con Catalina Rizzo de 26. Padre de Delfina Greccio de 3. Final de contrato: nunca>>

¿Había estado casado? Los rumores eran ciertos entonces. ¿Qué le había pasado a su familia? Seguí leyendo su expediente hasta encontrar lo que estaba buscando.

<<Viudo a los 29. Su esposa e hija murieron en un ataque. Atacante: desconocido>>

Pobre Lorenzo. No saber cómo murieron las personas que amabas por las cuales te levantabas cada mañana debió de ser agonizante. Seguí leyendo hasta que llegué a la página donde estaba mi nombre, mi cuerpo se tensó.

<<Verónica Mancini. Miembro a los 23 años. Soltera. Mascota de la familia. Experta en interrogaciones. Asesina sin piedad o misericordia. Apodo: Fantasma Carmesí. Ex pareja de mi hijo Dante Di Conti. Final de contrato: desconocido>>

Quedé en shock ¿Desconocido? ¿No tendría mi libertad? ¿Mintió? ¿Qué iba a hacer una vez terminado el tiempo? ¿Encerrarme? ¿Todo el tiempo supo sobre mi relación con su hijo? Tantas preguntas en mi cabeza que empecé a marearme.

Me sentí sucia.

Miré mis manos y solo podía ver la sangre que derramé, estaban limpias, pero aún podía ver la sangre de mis enemigos en ellas sin importar cuántas veces las hubiese limpiado.

«Te han usado.»

«Te han mentido.»

«Has sido sólo un juego.»

Agarré mi cabeza entre mis manos tratando de callar las voces, pero éstas se volvían más fuertes repitiendo lo mismo una y otra vez.

¡Cállate!

—Así que lo has visto —dijo una voz a mis espaldas.

Mi cuerpo se tensó, lentamente giré mi rostro hacia atrás. Agradecí al cielo al ver que la persona detrás mío no era Don.

—¿Lorenzo? ¿Sabías?

—Sí.

—¿Por qué no me dijiste nada?

—¿Por qué crees que te he entrenado para ser la mejor de todos?

—No lo sé.

—Venganza. El hombre para el cuál trabajamos es un mentiroso manipulador. Mató a mi familia por un capricho y a ti te quitó tu libertad.

—¿Qué está pasando Lorenzo? —Comencé a marearme.

—Lo que sucede es que nos han arrebatado todo. La pregunta es: ¿qué harás con esta información? —Se acercó a mí y cerró el libro—. Vete antes de que entre Stefano, no debe saber que has leído este libro.

—¿Qué le sucedió a tu esposa? —pregunté, tratando de enfocarme en un solo tema y no vomitar.

—Ese es un cuento para otro día pequeña.

—¿Y qué debo hacer mientras tanto?

—Finge que no saber nada.

—¿Por cuánto tiempo? —cuestioné.

—Hasta que puedas huir de aquí.

Me agarró de los brazos y me sacó de la oficina, yo solo me quedé estática viendo la puerta cerrándose sin saber qué hacer. Solo había un pensamiento en mi cabeza: fui engañada.




 Solo había un pensamiento en mi cabeza: fui engañada

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Breaking The Chains Of Cruel Fate [+18] (BREAKING #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora