NUESTRO PASADO 6

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El mundo cayó a mis pies cuando la luz cegadora iluminó la habitación y Nathalie salió disparada hacia la pared de la habitación.
Grité su nombre pero era demasiado tarde: cayó desmayada.
Con lágrimas en los ojos la cogí entre mis brazos, llevándola hacia la cama, intentando que despertara.

—Por favor... Por favor Nath... Lo siento... Lo siento joder... —Lloré por ella, por nosotros y maldije en voz baja el día que conocí a Emilie.

*FLASHBACK*

Me sentía como alma perdida en mitad del limbo después de morir sin saber si dirigirse al cielo o descender a los infiernos.
Hacia una semana que había decidido dejar volar libre a Nathalie después de dos años de relación a distancia.
No podía seguir reteniéndola. No después de ver que la estaba secando poco a poco con mi estancia en Nueva York.
La semana anterior habíamos discutido. Había sido una pelea tonta sobre si yo iba a París o ella venía a Nueva York.
Me dijo que estaba cansada de todo y colgó.
No podía seguir reteniéndola a mi lado así que la dejé marchar.

Mi corazón seguía roto y allí estaba: sentado en un bar cualquiera de la gran manzana.
Copa detrás de copa me sentía mareado y a diferencia de en las películas; no me encontraba nada mejor que antes.

—¿Me invitas? —Me giré hacia la derecha y allí estaba, esa actriz a la que me habían presentado dos días antes en una gala: Emilie.

—Me iba ya.

—Oh venga... Solo una... —Me guiñó un ojo.

Ojalá haberla rechazado, ojalá no hubiera caído en el embrujo de Emilie, ojalá no hubiera mirado sus ojos verdes esmeralda y ojalá jamás hubiera dejado que me pusiera aquel anillo en el dedo.

—Una sola... —sonrió sentándose a mi lado.

No fue solo una copa... Fueron muchas más... No sé cómo llegamos a mi apartamento, solo sé que al día siguiente me desperté con dolor de cabeza, desnudo y con ella al lado.
Vomité el resto del día.
Me sentía sucio.
Había traicionado a Nathalie aunque no estuviéramos ya juntos y me sentía asqueado conmigo mismo...

*FIN DEL FLASHBACK*

Cogí la mano inerte de Nathalie antes de oír la puerta de la habitación abrirse.

—¡¿Qué ha pasado?! Se ha oído el ruido desde la otra punta de la mansión. —Adrien se acercó corriendo, cogiendo la otra mano de Nathalie mientras me miraba —. ¿Qué le pasa?

—Yo... Yo he sido el culpable... Es mi culpa, Adrien...

—Papá...

—Ella... Ella estaría mejor lejos de mí... —Lloré como hacia años que no lloraba.

—No entiendo nada...

—No se puede entender... Quédate con ella... Cuídala... Ahora vuelvo...

Dejé a Adrien con la palabra en la boca y salí de la habitación sabiendo que no me iba a seguir.
Me moví por el despacho y bajé a la guarida con Nooroo a mi lado.

—Maestro... No debería haber...

—Lo sé... Lo sé, joder. Tendría que haberla apartado...

Nooroo voló a mi lado hasta que llegamos frente a la tumba de Emilie.
La miré.
Parecía tan tranquila, tan angelical.
Apreté los puños, odiándola.

—¿Por qué yo? ¿Por qué no pudiste encapricharte de otro? ¿Por qué me sigues jodiendo aún estando muerta?

Cerré los ojos llorando, siendo capaz de oír su voz en mi mente, susurrándome.

"Tú y yo siempre estaremos unidos, Gabriel. Incluso después de la muerte. Siempre... Y nada ni nadie lo impedirá"

Esa frase... Esa frase con la que sus ojos se llenaron de un verde radioactivo que me nubló la vida.
A partir de ese día fui un títere en manos de ella. Sigo siéndolo por mucho que odie serlo.

—Maestro...

—Solo hay una forma de liberarme de esto... Hay que traerla de vuelta... Hay que obligarla a que deshaga ese maldito hechizo. —Miré a Nooroo que asintió.

Emilie me había obligado a ser el villano, a convertirme en un ser repulsivo. Me odiaba cada vez que me miraba en el espejo pero ya que me he convertido en esto... Haré las cosas bien... Emilie vivirá y yo por fin seré libre...
Libre para volver a ser el Gabriel Agreste que fui...
Libre para amar a Nathalie...
Libre para vivir de nuevo...

—¿Lo siente, maestro? —Sonreí asintiendo, con las emociones de los habitantes de París pegadas a mi pecho.

—Nooroo, alzaos alas negras...

Y me convertí de nuevo en Lepidóptero, porque si, porque Emilie se encargó que este fuera mi destino desde la primera copa que tomamos juntos en aquel bar...

One-Shots (GabrielxNathalie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora