Parte 25:El Hombre de Cera

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Al día siguiente apenas despertaron se arreglaron y fueron a visitar al “Hombre de Cera”, que era gran amigo de la Catrina y esta decidió decirle para pedirle que los casara. Pues él sabía todo acerca  del matrimonio y en parte era un buen sacerdote la Catrina sabia que los casaría de una forma única escribiendo sus votos en el Libro de la Vida el libro que guarda todas las leyendas eventos e historias de México.

-Xibalba ya no te molestes… fíjate que ayer estabas feliz y ahora te vez con mala cara, dijo a su futuro esposo a quien no le gustaba la idea de que el Hombre de Cera los casara.

- Hay mi amor estoy de mala cara porque quieres que ese tipo nos case,… además tu también estuviste feliz ayer, seria perfecto dormir contigo todas las noches ¡mi cielo!, dijo el poniendo carita de perrito y luego dándole una gran sonrisa a su novia.

-Pues si lo admito ayer me hiciste sentir bien durmiendo a tu lado, pero no se si te estas refiriendo a un pensamiento bueno o malo… y Xibalba tu tienes la decisión de venir a vivir conmigo, el hecho de que no quieras dejar la Tierra de los Olvidados no es problema mío… ¡cariño! yo te he estado pidiendo que te quedes pero la única respuesta que he recibido de ti es que deje mi Reino y eso no pasara.

-Ya te he dicho que no hay que hablar de ese tema lo único que nos trae es empezar a pelear, pero mi vida si vamos a convertirnos en esposos alguien deberá dejar su Tierra, dijo el tocándole el hombro a su  amada quien estaba un poco molesta por el caso.

-No me mires a mí Xibalba y sabes que ya vámonos que hoy el Hombre de Cera me dijo que saldría mas tarde, dijo caminando hacia la puerta de la habitación para luego salir haciendo que Xibalba la siga, pero él vio que su esposa iba algo molesta así que la tomo de la mano y le dio un beso en la mejilla pero ella le sonrió dulcemente y le dio un pequeño beso en los labios borrando el mínimo enojo que llevaban ambos por la pequeña discusión en la  habitación.

Unos minutos después ambos llegaron al hogar del Hombre de Cera,  Xibalba entro primero por si el dueño los asustara ya que siempre da una bienvenida inesperada.

-Muy buen día mi Reina, se ve realmente bella esta mañana, dijo el amigo de la comprometida quien se le abrieron los ojos apenas paso por la puerta de su hogar haciendo que Xibalba se llenara de celos por tal manera que le hablaba y miraba el otro.

-Muchas gracias Hombre de Cera tú… también te vez bien, dijo ella no sorprendiéndola ya que su amigo no era su clase de hombre, a ella siempre le habían gustado los hombres fuertes, guapos y ¿egoístas?, sí egoístas le gustaban los tipos malos, generalmente eran los mas atractivos, ya que los buenos no lo eran tanto, al ver a Xibalba por 1º vez a ella le pareció un Dios muy atractivo con esas alas fuertes, la barba blanca y su carácter siniestro y malévolo hacían de él alguien único por lo que ella se enamoro de él al instante.

-Hay muchas gracias mi Reina y a que viene usted a dar esta visita tan alegre, dijo él trayendo unos asientos para que ambos se sintieran cómodos.

-Buenos hemos venido a decirte que quisiera que fueras el sacerdote que nos case en nuestra boda, no tienes que aceptar si estas ocupado, tu tranquilo, dijo ella viendo a su esposo quien estaba con la expresión de que quería matar al amigo, pero ella solo rodeo los ojos dándole de nuevo la visión al Hombre de Cera.

-Ca…casar…¿casarlos?, preguntó este sorprendido, en el fondo el fabricante de Velas quería a la Catrina más que una amiga, solo que nunca se los dijo porque negaba sentir algo por ella hasta ese momento.

-Sí, nos vamos a casar, habló Xibalba al fin teniendo la risa malévola al ver la expresión del Fabricante.

-Solo es un favor Hombre de Cera te lo devolveré cuando quieras, dijo la Catrina amablemente.

-¿Y cuando se casan?, para ver si ese día estoy disponible, dijo el sacando una libreta donde estaban todos los eventos a los que se había comprometido.

-2 de Noviembre del próximo año, dijo su amiga.

-¿El próximo día de los muertos?, pregunto el Fabricante de Velas.

-Pues sí, dijo Xibalba agarrándolo la mano suavemente a su novia, haciendo que ella le acaricie un los pómulos, solo para que le de celos a Fabricante de Velas.

-De acuerdo si los casare, tienen suerte de que este libre ese día, y bueno tengo más cosas que hacer ahora.

-De acuerdo, excelente, entonces ya creo que me voy para no causarte problemas en tus asuntos, y fue un placer visitarte, nos vemos en próximo día de los muertos, dijo la Catrina despidiéndose de él  al igual que Xibalba.

-Sí, nos vemos, dijo él otro cerrando la puerta con fuerza.

Después de esa acción los comprometidos decidieron ir a un restaurante ya que era la hora del almuerzo, y morían de hambre.

El Amorío de los Dioses de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora