El Amorío de los Dioses de la Muerte

Parte 35: María, Manolo y Joaquín

Los meses pasaban y la pareja aún unida por el amor tan fuerte que se daban, sin embargo debes en cuando ellos discutían, para luego ambos disculparse de manera buena, pero ambos estaban muy preocupados, de cómo sería cuando tuvieran mas miembros de la familia, ese tema siempre los hacia discutir, porque uno debía dejar su Reino, después de todo, sería in justo para el pequeño (a), que sus padres no estuvieran viéndolo(a) crecer y estar a su lado en cualquier momento u ocasión, lamentablemente 2 siglos después de la relación tan fuerte, se separaron ya que ellos no podían vivir en paz, no porque no se querían, sino estaban cansados de discutir y ninguno estar de acuerdo al final, ellos solo se convirtieron en muy buenos amigos, y en la única ocasión que se encontraban era en el Día de los Muertos, siempre haciendo apuestas por diversión, ellos ya habían terminado su relación hace 3 siglos, y un día de Muertos ambos aparecieron en el mismos lugar subiendo del suelo.

-¡Enserio mi Cielo!, no tienes idea de lo fría y ruin que se ha vuelto la Tierra de los Olvidados, el dijo con la voz un tanto molesta inclinándose ante su amada y a la vez alejándose de ella solo para ver a los inocentes mortales orando a sus familias fallecidas.

Ella rió un poquito, hablándole con voz nostálgica a su ex esposo,-Igual que tu corazón Xibalba, igual que tu corazón, ella lo siguió viendo que él con una simple movimiento de su mano apagó las velas de un altar, mientras la Catrina las prendía haciendo el mismo movimiento.

-¿Por que debo gobernar un basurero, mientras tu disfrutas de la fiesta eterna en la Tierra de los Recordados?, ¡la verdad  no es justo!, dijo él viendo que la Catrina había desaparecido y aprovechó para apagarle la vela o la vida a un anciano, el fue detenido por su ex esposa que le dio un palmada en la mano apartándose de él negando con la cabeza.  

-¡¿Que?!, llegó su hora, más o menos, dijo él confundido, por la palmada que le había dado solo para luego hablarle y mirarla de manera malévola.

-¡Ah, ah!, hoy no amor mío, ella mientras solo miraba sus uñas y le hablaba con voz suave.

-Por favor preciosa, intercambia Tierras conmigo ¡te lo suplico!,  Xibalba se inclinó hacia ella hablándole de manera egoísta, su amada colocó una falsa sonrisa en su rostro trasladando la mano que miraba a su pecho justo en la parte del corazón.

-Hay, eres tan tierno, ¡cuando suplicas!, dijo ella primero hablándole con la voz coqueta al igual que su expresión facial hasta que la cambió a sarcástica.

-¡Hablo enserio!, odio ese lugar, él le puso cara de perrito triste al igual que su voz, su amada se enojó más se traslado desde la distancia en la que estaba, se acercó un poco más a él.

-¡Oye, estas ahí por tu engaño, tú te lo buscaste con esa apuesta!, dijo ella señalándolo con él dedo aun estando enojada con él, Xibalba trató de decir alguna excusa pero solo tenía la cara de avergonzado ya que ella tenía razón, por que en la última apuesta el hizo trampa, y ella ganó al final como siempre.

- Ya no eres él hombre del que me enamoré hace todos esos siglos, ella se cruzó de  brazos hablándole de forma decepcionada, Xibalba había cambiado mucho desde que se separaron.

-No hay que recordar el pasado ¡MI AMOR!, dijo él teniendo la voz tierna, La Catrina solo le dio una mueca gruñéndole aun teniendo los brazos cruzados y la mirada furiosa, más su ex esposo se puso nervioso.

-¡En fin! se me ocurría… ¿Qué te parece otra inocente apuesta?, Xibalba cambió su voz nerviosa por malvada, pero rápidamente cambió su cara al escuchar los gritos de su ex novia.

-¡¿CREES QUE OTRA APUESTA APAGARÁ LAS LLAMAS DE MI IRA?! ,gritó ella furiosamente, sabiendo que él hará trampa, hasta que ella lo pensó bien y le intereso mucho la propuesta, ella le habló con interés y lo miró coquetamente.

-¿Exactamente que tienes en mente?, dijo lentamente, Xibalba rió un poco y ambos se trasladaron al edificio más alto de México para buscar victimas.

-Veamos el menú de la noche, dijo él mirando aún para luego señalar a un trío de amigos, que estaban jugando, la Catrina los reconoció inmediatamente ya que algún familiar de ellos había fallecido y siempre hablaban con ella, le prestó atención a Xibalba.

-Mira eso mi amor, ¡el clásico dilema humano!, dos niños mejores amigos además, su amada le cortó la oración viendo con ternura al trío,- ¡Aw! enamorados de la misma niña, después de observarlos un rato finalmente Xibalba la convenció para hablar con sus campeones.

- Ah, creo que tenemos nuestra apuesta, ¿que muchacho se casará con ella?, dijo él señalándolos de nuevo mientras ella lo miraba de forma agradable.

-De acuerdo… cada quien, elegirá a un muchacho como su campeón, dijo ella caminando, para luego flotar en el aire junto con Xibalba y luego ir disfrazarse de mortales para hablar con los pequeños, después de hacerlo la Catrina fue de nuevo al edificio alto, a ver como los muertos se reunían con sus familias, claro  que los mortales no los podían observar, pero ella sí, teniendo una enorme sonrisa, agarró una de las flores de diamantes que Xibalba le regaló el día de su boda, ella nunca se las quitaba al igual que su ex esposo siempre llevando el báculo que le regaló, después de estar solo unos minutos Xibalba apareció frotando en el aire con la voz maligna y luego trasladándose al costado de su amada, ella puso cara de aburrimiento al escuchar su voz, colocando la flor en su cabello de nuevo.      

-Ahora, si mi muchacho se casa con la chica, ¡finalmente controlaré la tierra de los Recordados!, dijo él estando tan cerca de la Catrina para luego alejar su rostro de ella imaginándose gobernar su Tierra.

-Y si mi muchacho se casa con ella, tú vas ah…, dijo ella tocándole el rostro de manera que Xibalba se derritió en sus brazos, el solo podía hacer eso sintiendo a su ex novia, le hablaba de manera seductora al igual que su mirada, ella cada vez se acercó más a su barba blanca, Xibalba estaba completamente relajado en sus manos que lo acariciaban hasta que ella le dio un jalón con ambas manos, despertando del placer.

-¡TÚ DEJARÁS DE METERTE EN LOS ASUNTOS DE LOS HOMBRES!, ella le habló  con dureza cambiando por completo su personalidad  tierna, ella después de decir esas palabras se alejó de él trasladándose a otro lado de la ciudad, Xibalba la siguió gritando,-¡¿QUÉ?!, ella puso ambas manos en su cintura dándole la espalada a su ex marido, para luego voltear y verlo gritar.

-NO PUEDOS HACER ESO, ¡POR FAVOR!, SOLO ASÍ ME DIVIERTO, reclamó su amante,

-Entonces, no hay apuesta, dijo ella trasladándose a otro lugar, Xibalba sonrió de manera maligna y la siguió.

-Esta bien muñeca, ¿las reglas ancestrales?, dijo estirando la mano,  para que ella después se la entregara, cerrando la apuesta.

Ellos esperaron 10 años para que comenzara lo bueno.