El Amorío de los Dioses de la Muerte

Parte 3: Tiempo de apostar

Unas semanas después en la Tierra de los Recordados la Catrina estaba en su trono mirando por su ventana el cielo azul y pensaba en su guapo Rey, unos minutos después fijo la mirada hacia abajo y vio ha Xibalba con un ramo de rosas rojas, corrió rápidamente a la entrada vio a Xibalba y lo abrazo demasiado fuerte y la Catrina le dijo:

-Nunca pensé que vendrías a visitarme, como supiste donde estaba:-dijo sorprendida de que su amor estuviera ahí.

-Claro que te visitare mi vida, y no se me ocurrió otro lugar a donde ir, dijo con una voz muy orgullosa.

-Entonces pasa a mi Castillo, es muy hermoso y lleno de alegría-dijo la gobernante de la tierra de los recordados.

-Igual que tú mi amor-: con una voz muy romántica afirmo el Gobernante.

-Oww, que tierno  eres cariño-:tocándole el rostro.

Xibalba se sentó y quiso hablar con la Catrina en privado para decirle una propuesta, la Catrina lo llevo a la oficina de su padre que está se encuentra el último piso del Castillo Real. La Catrina miro a Xibalba y trataba de saber que tramaba pues su padre le dijo que los Reyes de la Tierra de los olvidados siempre tramaban alguna cosa mala. Xibalba tomó la palabra tomó las manos de la Reina y esté le habló diciéndole:

-Tú ya sabes que se viene la próxima semana…mi vida:-mirándola a los ojos y teniendo una gran sonrisa.

-Claro que lo se cariño, es el baile de los gobernantes de todo el mundo, es…es. El día que tus padres fallecieron junto a los míos:-ambos se miraron a la cara y Xibalba abrazo fuerte a su amada, mientras lloraba de dolor, su pérdida había sido muy fuerte para ambos Gobernantes.

-Escúchame mi amor, vine a decirte que quiero que seas mi pareja en el baile creo que es muy importante para ti y lo sabes, mirándola con amor, la Catrina volteo su mirada.

-Claro que aceptare eres el hombre de mi vida, pero recuerda que aun somos amigos y que esto podría ponerse mas interesante:-le respondió con felicidad.

-Gracias mi vida y sobre los amigos, estoy de acuerdo contigo,  podríamos cambiar de opinión y ser a algo más que eso, querida:-hablando en forma maligna, bueno cariño tengo que irme.

-Xibalba espera:-dijo con seriedad la Reina:-se que haz venido por algo mas a parte solo a pedirme eso, dijo levantando una ceja y teniendo la mirada firme.

-Este…bueno creo que me atrapaste linda, dijo Xibalba un poco incomodo…-de que se trata amor mío:-dijo la Catrina.

-Escúchame mi amor quiero apostar contigo:-dijo con voz poco dulce.

-¿De que se trata todo esto? Ah acaso quieres algo mío.

-No te molestes Cielo es algo bueno lo que quiero:-teniendo la voz un poco coqueta y muy tierna.

-Muy bien ternura:-tocándole el rostro y acariciándole su barba gruesa y blanca por lo que Xibalba solo se derretía cuando ella hacia tal cosa.

-Y quienes son los conejillos de Indias Cielo:-pregunto su bella amiga.

-No lo se pero escogeremos mortales, te parece linda.

-Me parece bien querido y que es lo que quieres, ¡si claro! ganas la apuesta. Dijo desafiándolo  

-Lo único que quiero es que me des libertad de divertirme con los mortales cuando sea El Día de los Muertos.

-¡Eso es algo muy grande!, Xibalba, ¿no lo crees?, hablando con una molestia muy grande,-pero bueno no seré una aguafiestas así que te pediré algo del mismo rango mi vida, mmm…mmm, oh.

La Catrina pensaba algo muy grande en ese momento así que para que no afecte tanto a su amado lo tomó de nuevo por su barba y acaricio su rostro diciéndole:

-Hay Xibalba…si yo gano la apuesta tú y yo seremos novios. Ha lo que Xibalba saca su rostro y respondió:-Mi vida…no crees que es algo exagerado.

-No se porque dices eso si nos comportamos como novios, cuando nos vemos siempre, o¿ tienes miedo de perder? amor mío .La Catrina era hija de 2 Reyes que amaban las apuestas, así que eso venia en la sangre de su familia.

-Muy bien mi vida ¿Es una apuesta?-estirando su brazo para que ambos se dieran una apretón de manos, así cerrando la apuesta.

-De acuerdo Cielo-agarrando la mano de su amado y con una voz bastante desafiante.

Entonces Xibalba la agarró de la cintura y la trasladó ha el edificio más grande de México. En lo que comenzaron a escoger a los mortales para su apuesta.