El Amorío de los Dioses de la Muerte

Parte 14:El Nuevo Enemigo.

Después de tantos meses de relación con la Catrina, Xibalba estaba un poco aburrido, no de ella, pues a él le encantaba pasar tiempo con su novia, era el simple hecho de que ya no podía divertirse así que hizo un viaje a la Tierra de los Vivos para entretenerse un poco. Cuando llegó vio a un muchacho sentado en un callejón de la ciudad de México, delgado, deprimido y borracho no podía lastimar a nadie por lo que Xibalba le prestó mucha atención y se acerco a él disfrazándose de un anciano.

-Oye muchacho porque tan triste, deberías irte a casa este no es un buen lugar, dijo Xibalba rodeándolo.

-Gracias por el consejo, pero en este momento quisiera estar muerto, dijo el pobre joven con una voz de odio.

-¿Por qué señor? ¿Que ha pasado para que usted quiera decir y tal vez… hacer tal cosa?, preguntó muy interesado.

-Mi novia me dejó, soy un completo perdedor, nadie me quiere todos me odian y yo ni si quiera me puedo defender, solo quiero desaparecer odio a todos, el joven tiró la botella de whisky al suelo y esta se rompió.

-Cuidado con lo que desea jovencito, recuerde que eso puede traer consecuencias graves, Xibalba se sacó el disfraz de anciano y ya tenía algo planeado para el muchacho.

-Lo único que quisiera es ser fuerte y grande para poder defenderme y destruir a todos, qui-quisiera ser un aterrador señor que pueda acabar con todos y tener el poder para hacerlo, dijo el muchacho dirigiéndose a Xibalba.

-¿Es lo que realmente quieres?, Xibalba planeaba convertirlo en lo que le pedía él sabia que se metería en problemas con su novia pero ¿cuanto daño podría causar? Él no tomaba enserio la pregunta así que le dio igual.

-No es lo que quiero, es lo que deseo con toda mi alma, el muchacho dijo esto mientras se tocaba la parte del corazón. Xibalba estaba sorprendido nunca antes había visto a alguien así, en lo general la gente solo pide deseos buenos y eso es trabajo de la Catrina.

-Esta bien muchacho te convertiré en lo que quieres pero primero para no ocasionar problemas en la ciudad vayamos a un sitio lejano, Xibalba lo llevó al borde de México que estaba ha 800 kilómetros de la ciudad.

- Ahora mírame a los ojos y déjame absorber toda tu alegría y compasión que esta en lo profundo de tu alma, el muchacho hizo lo que le pidió y poco a poco se fue convirtiendo en un hombre gigante de 2 metros, tenia una enorme bigote, los dientes como el de un tigre, sus manos gigantescas y en cada hombro el símbolo de la muerte, teniendo dos grandes cuchillas en la espalda.

-Ahora para terminar con todo esto te daré algo más, Xibalba le entregó la medalla de la Vida Eterna, y el joven se volvió más poderoso con aquel objeto.

-Xibalba lo dejó y estaba un poco preocupado por lo que le diría su novia pero en vez de contárselo decidió permanecerlo en secreto solo para no causar problemas en su relación aunque el no sabía que se había metido en una gran lío otra vez.