Parte 26:Un Día Juntos

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Al dirigirse al restaurante la Catrina se sentía muy rara por ver a que al decirle a su amigo que los casara su actitud cambiara,  ¿acaso el sentía un sentimiento oculto hacia ella?, esa pregunta le daba miedo ella sabia que muchos Reyes la amaban y la deseaban pero ¿el Hombre de Cera?, ella lo negaba solo eran amigos. Cuando llegaron al restaurante Xibalba pidió una mesa para 2 personas y enseguida los llevaron, estaba junto a una hermosa vista de unas colinas, trajeron el menú y Xibalba escogió primero y al pasárselo a su novia recién se dio cuenta de que ella estaba un tanto extraña, por suerte el sabia lo que le gustaba y lo pidió al camarero, cuando este se fue sin duda alguno no dudo en preguntarle a su compañera que le pasaba.

-Mi amor… ¿estas bien?, pregunto agarrándola de ambas manos con suavidad haciendo que su novia lo mirara con nostalgia directamente a los ojos.

-¡Sí cariño! es solo que… no se porque el Hombre de Cera reacciono de esa manera al decirle que nos casaríamos, no lo comprendo, dijo ella sus ojos se dirigieron hacia la derecha mirando al suelo.

-Ay mi vida yo te diría porque reacciono así, pero conociéndote no lo recibirías muy bien, dijo él tocándole el rostro suavemente dándole una pequeña sonrisa, a él nunca le ha gusta ver triste o deprimida a su novia y peor si es que lloraba el siempre se sentía el responsable de las causas pero no era así esta vez.

-A que te refieres con que lo sabes, si lo dices enserio dime por favor, suplico ella.

-Ay mi amor el Hombre  de Cera siempre te ha amado en secreto, dijo este justo un poco antes de que el camarero llegar a con las ordenes después de esto la Catrina saco sus manos del agarre suave de Xibalba y reaccionó de manera tranquila pero a la vez sorprendida.

-Hay lo sabia… lo sabia, ya tenía ese presentimiento pero como pudo… hay y yo que lo veía como un buen amigo, dijo ella tapándose por completo la frente con la mano.

-¡Es simple mi vida! el siempre estuvo celoso de mi, por eso no quería que le dijeras, dijo él sabiendo que ahora de ninguna manera la Catrina le tomaría confianza a su ex amigo.

-Realmente como pudo hacerme esto el debería saber que hace 8 siglos un  hombre conquisto mi corazón, dijo ella haciendo que Xibalba se le acercara a sus labios.

-Y ese hombre no se arrepiente de a ver conquistado aun bella Reina que ahora se convertirá en  su esposa, dijo él robándole un beso pero ella lo recibió de forma buena.

-Jajajaja, bueno mi amor ahora si creo que deberíamos comer nos trajeron nuestra orden hace 10 minutos además muero de hambre.

-Esta bien aunque yo ya estoy satisfecho con el gran beso me acabas de dar mi cielo, dijo este  dándole una mirada coqueta a su novia haciendo que ella  suelte una risita suave.

- ¡Xibalba! Jajajajaja, dijo ella bromeándole.

Después del gran almuerzo que habían tenido ambos decidieron tomarse el día juntos, ellos decidieron ir a caminar por el bosque oscuro, que estaba cerca de ahí pero al llegar la noche   Xibalba y la Catrina morían de hambre y al ver que estaban cerca del Palacio de Xibalba su novia decidió pasar la noche ahí.

-¿Y que comeremos?, preguntó ella sentándose en la silla del comedor.

-Algo que te va a gustar, dijo Xibalba sacando dos bandejas en una estaba la comida favorita de su novia mariscos con verduras, y en el otro una pierna de Pavo para Xibalba, ambos comieron rieron y hablaron del día tan agradable que habían pasado, en eso al terminar Xibalba saco una botella de vino dulce y tinto, solo para cerrar  la cena con  broche de Oro solo que el sabia que traería consecuencias, la Catrina no era de beber pero si era dulce le gustaría sea lo que sea, ella probo un poco y  al segundo le encanto, pasaron 40 minutos y ambos se habían terminado la botella entera, pero quien estaba mas afectada era la Catrina quien llevaba una enorme sonrisa y reía de todo.

-MI AMOR ya es tarde hora de ir a la cama, dijo Xibalba cargándola de forma en el que un brazo sostenía su  espalda  y el otro las piernas.

-Hay mi cielo no estoy cansada… aun podemos divertirnos un poco en la habitación ¿no te parece?, preguntó ella seductoramente coqueteándole con los ojos haciendo que Xibalba levantara una ceja de lo que su novia le estaba diciendo sabia que era el efecto del vino pero era una buena oportunidad pero el no se pasaría de sus limites que le había dado su novia, y era que solo su cuello era disponible así que para él era suficiente, al llegar a la habitación la dejó en la cama para luego retirarse pero su amada tenia otros planes.

- ¡Xibalba!, dijo ella acercándose a él.

-¿Que ocurre mi vida?, preguntó un poco nervioso por ver que la Catrina lo dirigía hacia la cama.

-Le importaría, no se cambiarse de atuendo para dormir juntos esta noche, mientras yo me cambio de atuendo, dijo esta dirigiéndose al vestidor donde por  suerte ella había dejado prendas por si se quedaba con Xibalba, él asintió con la cabeza y ella entró, él se fue sacando la armadura revelando su cuerpo que estaba hecho de acido pero con su abdomen bien formado, uno de sus atributos que más le gustaba a su novia, para luego ponerse una camisa negra como pijama y sacándose los guantes revelando sus filudas manos  que no lastimaban a nadie al menos que el lo quisiera, el se quedo sentado en la cama unos minutos hasta que volteo la cabeza y vio a su novia vestida con una vestido corto de tirantes y escote corazón color terciopelo teniendo el cabello completamente suelto de su cola de caballo, ella se rió al ver la cara de su novio, ella se acercó a él poniéndose arriba de sus piernas para verlo coquetamente.

-¿Quieres jugar mi amor?, dijo ella acercándose a sus labios.

-Claro que quiero jugar ¡preciosa!, dijo su novio-

Ella ni lo pensó y le dio un beso de pasión increíblemente largo se dejó llevar y ella tenia pensado ser la que mandara esa noche pero Xibalba era muy fuerte el le dio la vuelta haciendo que ahora el este encima de ella pero sin aplastarla, de inmediato Xibalba no aguanto más y de un momento a otro jaló un poco de su cabello haciéndola arquear el cuello y que él lo tuviera todo era tal como la noche pasada el no paraba de besarla, ella solo soltaba gemidos de placer, pero después de un largo tiempo así Xibalba se cansó y en eso la Catrina lo volteó haciendo que estén de la misma forma que al principio pero esta vez ella lo besó con pasión y sabia que Xibalba todavía quería seguir besándola ella se coloco en su hombro para dejarle a Xibalba el dominio otra vez y  después de estar así un largo tiempo jugando con los cuellos de ambos,  se recostaron haciendo que ambos se miraran fijamente a los ojos.

-¿Le gustó el juego?, preguntó ella guiñándole el ojo de manera seductora.

-Me encanto, en especial si los jugamos solo los dos, dijo él agarrándola de la cintura para que se acercara más a él.

-Me alegra, dijo ella apoyando su cabeza en el pecho de su marido, pero no pudiendo dormir, Xibalba notó esto y estos dos se dieron un beso de pasión, haciendo que su esposa se quedara con una sonrisa y segundos mas tarde quedarse dormida al igual que su futuro marido.                                                                                           

El Amorío de los Dioses de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora