Capitulo 14

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Pov Libardo

Ya no espere más, podría arrepentirme si seguía ahí, tome mis cosas y mientras salía a tomar un taxi llame a Darían avisándole de que no estaría en la casa por dos días, si no eran más. Ya en el camino me pude relajar, aunque no podía evitar pensar en Jean cada vez que veía mi muñeca, la cual tenía la marca de sus dedos, me había tomado con tanta fuerza que se podían distinguir, ya se estaban borrando pero... Auch.

Me dolía un poco la cabeza, no podía creer que eso hubiera sucedido ya desde tan temprano en la mañana, espero que Jean al menos pueda procesar bien sus pensamientos, realmente quisiera que volviera a ser el de antes, el Jean que no me amaba, pero tampoco uno que estuviera irritable siempre.

Después de una hora al fin había llegado a la casa de Luka, sólo me basto tocar la puerta para que la señora subiera, me dirigió al cuarto de Luka con mis maletas y luego se fue.

—¿Luka? -Toque la puerta y escuche un "¡Ya voy!" Desde el interior de la habitación, no tardo mucho en salir con su sonrisa coqueta, me inspiro un poco de ambiente español, será por la rosa que sostenía entre sus dientes? La punta aún goteaba y las otras rosas desordenadas en el florero lo delataban.

Solté una leve risita y tome la rosa que sostenía devolviéndola al florero. —Qué tal si dejamos a la rosa tranquila? No tiene la culpa.

— Oh, que cruel. -Me tomo de las manos con una sonrisita, la que se desvaneció al ver levemente la marca en mi muñeca. —¿Fue él, verdad?

¿Por qué los dos se llevaban tan mal? Ya me sentía cansado de ver a gente de mal humor tan temprano en la mañana.

Sentí como pasaba uno de sus dedos en mi barbilla alzando mi mirada, era difícil no acostumbrarse a su tacto si jugueteaba con mi cabello y se acercaba tanto todo el tiempo.

—Estoy un poco triste de que esa sea la razón por la que te quedarás más tiempo, pero si es a mi lado no me molesta. -termino su oración con un guiño mientras subía mi mano hasta su rostro para dejar un beso en esta.

—Parece que ya no tienes dolor, no? -Con un leve rubor retire mi mano y lo hice sentarse en la cama, hablamos durante un buen rato antes de que diera la idea de ver una película.

Pov Jean

No podía dejar de dar vueltas en la cama, al levantarme me tope con el espejo de la habitación, me veía ridículo ¿Acaso era un niño pequeño? Estaba enojado conmigo mismo, había lastimado a Libardo físicamente y lo había hecho enojar, pero... No es mi culpa, es la del chorrudo! Si tan solo no hubiera aparecido en nuestras vidas.

Decidí disculparme con Libardo, me había comportado como un idiota. Fuí a su habitación y al no encontrarlo fui a el comedor, lo busqué por casi toda la casa antes de toparme con Darían.

—¡Jean! Buenos días.

La chica se dirigió a mi dejando un besito en mi mejilla, realmente no me podía concentrar ni en ella, mi mirada seguía buscando a Libardo inútilmente.

—H-hola..

—A quién buscas? -Pregunto extrañada tomándome del rostro para que la mirada y dejara de moverme.

—¿Has visto a Libardo?

—¿Libardo? Me dijo que no iba a venir por dos días.

—¿¡Qué!? -Me aleje de ella de un brusco movimiento, comencé a rasguñar mi cuello, estaba ansioso, miles de pensamientos estaban pasando por mi mente, reaccione y tome de los hombros a Darían, se asusto por eso. —¿No te dijo donde iba? ¿Con quién se quedaría?

—Jean, cálmate! ¿Qué te pasa? -Trato de alejar mis manos pero no la deje, aunque me hubiera dado una cachetada, necesitaba saber si Libardo se había ido a la casa de Luka.

—¿Dónde se fué?

—¡Creo que se fue con Luka!

Se acabo, sentía que iba a explotar, solté a Darían e hice mis manos un puño, sentía tanta frustración, quería golpear a ese chorrudo, romperle los dedos que no estaban rotos.

Llame a Libardo pero este no me contestaba.

Pov Luka.

Estaba sentado en la habitación mientras Libardo había tomado prestado el baño, había dejado su celular en la mesita de noche a un lado de el sofá, no me gustaba tanto andar de mirón en las cosas de los demás, pero el celular no había parado de vibrar desde hace un momento. Tome el celular ajeno y no pude evitar soltar una pequeña sonrisita maliciosa, así que el pelinegro lo estaba llamando y con tanta insistencia, me enojaba que se atreviera a llamarlo después de haberle dejado sus sucias manos marcadas en el pelicastaño, me enojaba tanto que... Solo quería que acabara.

Baje el volumen del celular al mínimo, incluso lo puse para que no vibrara y abrí la llamada, lo último que escuche antes de que el volúmen se bajara por completo fue un "¡Libardo!"

Deje el celular boca abajo y espere a que el chico llegara.

—Gracias, debo aprender a no tomar mucho líquido enmedio de una película. -Solto una sonrisita que provoco que sus dientes se vieran, tan deslumbrante como siempre, me atrevería a decir que hasta más que yo y eso es mucho.

—Descuida, por tí esperaría el tiempo que sea necesario. -Me levanté del sofá acercándome a él, parecía un poco sorprendido, más cuando pose mis manos sobre su cintura.

—¿Luka? -Por un momento trato de alejarme poniendo sus manos en mis hombros pero luego desistió.

Me acerque a sus labios lentamente, no quería asustarlo, pero quería terminar de marcar territorio tras ese beso.

¿¡Por qué?! | LieanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora