Capítulo 28

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Narra Jean

Había quedado alterado por la llamada, no podía mentir, me había dado miedo. Tratamos de calmarnos y comenzar todo de nuevo, lo que también se refería a llamar a los demás para presentar de una forma más formal a Luka.

Sí estuvo un buen rato con Luka, pero después se acercó a mi con una expresión de preocupación.

-Jean, te puedo hablar de algo?

Alcé una ceja algo sorprendido, no era habitual ver al chorrudo así, si tuviera que recordarlo sería algo más como...

"Sí, dios griego, mira esta perfección, es que esta claro, soy la personificación de la perfección y la belleza."

-¿Qué pasá?

-Sí me dejo preocupado lo que paso, quisiera pedirte que... No te alejes de él si van a comprar y esas cosas.

-Ah

Lo mire con una sonrisita, sabía que era un tema serio y sin duda, aunque no me lo hubiera pedido, no quitaría mi mirada del chico. Pero no debía olvidar que estaría aprovechando cualquier oportunidad para poder acercarme a Libardo.

-Sí, sé lo que piensas, pero daría todo por protegerlo... Hasta su amor.

Desvíe la mirada algo apenado al ver a Luka referirse tan sinceramente al tema, al parecer aún seguía en mi mente algo que se había formado tiempo atrás "sólo lo busca por fama" verlo con una mirada triste mientras habla me hizo pensar...

Tal vez sí lo ama.

Narra Antonio.

Seguía encerrado en mi habitación aún con la cabeza dándome vueltas, me había puesto a beber un poco antes de caer dormido regando lo que quedaba en la botella sobre las sábanas.

Aún quería gritar dejando que mi voz termine esparcida por cada rincón de la casa, acabé dándome un baño de agua fría para bajarme el alcohol, al entrar a mi habitación de vuelta mis ojos recorrieron esta buscando quien sabe qué, pero lo único que encontró fue un espejo que reflejaba mi cabello goteante de tono rosado, mis ojos hinchados.

-Dios~ soy un desastre.

Solté leves risitas y me termine de secar mientras rebuscaba entre los cajones algo de ropa limpia, ya vestido me acosté en la cama lejos de donde había regado el alcohol de antes.
Observé el techo de la habitación algo soñoliento, realmente nunca supe cuando comenzó todo ésto, más alejado de mis sentimientos por Lukas...

Porque yo... Era conciente,
consiente de que tenía una obsesión.

De un día a otro cuando todo aún era como estar entre nubes pudiendo ver la sonrisa del chico dirigida a mi, comencé a ser más consciente de las sonrisas de los demás a él, poco a poco, aunque sólo fuera un apretón de manos o una palmada en el hombro, comencé a ser tan celoso, yo... ¿Qué me paso?

"—Oye, deberías tener más cuidado."

Solté un suspiro cerrando mis ojos, una voz suave se hacía escuchar en mis recuerdos, era una voz que conocía muy bien, cómo no reconocer... La voz de mi propio hermano?

"—¿Ah? ¿De qué hablas?"

"—Sé muy bien que Luka es un buen chico, ya sabes, todo eso de "es importante tener confianza el uno al otro en una relación" ... Está bien que tengas confianza en él, pero en los demás..."

"—¿Los demás qué? ¿No puedes ser claro? Además, si es que estoy entendiendo a lo que te refieres... No lo sé, Luka puede parecer de otro modo, pero en una relación es sumamente tierno y nunca me ha dado una razón por la cual pensar mal de él."

"—Claro, claro, mi hermanito es tan pequeño e inexperto... Los mejores suelen ser los peores a tus espaldas, no estoy diciendo que desconfíes de él, pero deberías ser un poco más precavido."

Realmente trate de calmarme, hasta llegue a hablar de la inseguridad que sentía con él y me eso me calmaba.
¿De qué servía?
Realmente no para mucho.
Al día siguiente comenzaban de nuevo, ese horrible sentimiento en mi. Ese amigo de él... ¿Dan? ¿Daniel? No pude aguantarme, se veía tan cercano a Luka, quería llorar, no por los celos, yo...
sabía que me estaba envenenado a mi mismo.

Trate de contenerme lo más que pude hasta que no lo soporte más, no quería que Luka me viera así, traté de buscar algún consuelo en mi hermano...
No fue así.

"—¿En serio vas a dejar que te hagan eso?"

"—No tienen la culpa, no la tienen, sólo estoy... Pensando mucho las cosas."

"—Que iluso eres, hermanito. O sólo no amas tanto a Luka cómo yo pensaba?"

"—¿De qué hablas? ¡Claro que lo amo!"

"—Entonces cuídalo."

"—¿Cuidarlo? No tiene sentido, no esta en ningún peligro."

"—Despierta de una vez, él podra ser bueno, pero la gente que lo rodea sólo esta esperando a poder aferrarse a él."

"—... No, eso es mentira."

"—¿Así que eso piensas? Hmm, veremos que haces cuando se vaya con su amigo, lo envenenara, lo hara créer que estará mejor con él que contigo."

"—No quiero que eso suceda, no, no puedo dejar que lo haga, yo..."

"—¿Tú qué? Te la has pasado quejándote "no puedo, no quiero, no debo" basta, si no quieres que suceda, entonces tienes que hacer que no suceda."

"— ¿Cómo? ¿Tengo que hablar con Luka?"

"—Hablar con Luka o con el chico no serviría de nada, debes hacerlo con tus medios o bueno, los que te voy a prestar... Sabés? Conozco a alguien que podría hacer desaparecer al chico."

"—¿¡Qué!? ¡No! ¿¡Qué demonios te pasa!?"

"—Oye, no piensas nada antes de que te lo diga, desaparecer al chico de aquí, ya sabes, pero queda en tus manos si hacerlo o no, lo haré más fácil para tí, házmelo saber respondiendo a esta simple pregunta"...

—¿Amas o no a Luka?

Me pase la mano por el cabello echando el mismo hacia atrás mientras sentía las lágrimas comenzando a recorrer los extremos de mi rostro terminado en la almohada, lo supe cuando ví la mirada fría de Luka después de que el chico le hiciera la última llamada antes de desaparecer del radar, me había convertido en algo que no deseaba y no había vuelta atrás, después de ese día sentí como Luka se alejaba de mi y yo sólo trataba de aferrarme a él con más fuerzas.

"Luka, Luka, Luka, Luka, Luka, Luka"

Mi mente estaba realmente en absorta, totalmente desprotegida a cualquier manipulación, especialmente de quien menos me la esperaba. Traté de parar muchas veces, no me bastaban los dedos para contarlas, pero no lo logre, sabía, sabía que más que hacerle daño a Luka, lo estaba enfureciendo.

Pero... No podía parar.
No puedo parar.
Y realmente duele.

¿¡Por qué?! | LieanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora