Capítulo 31

70 16 0
                                    

Narra Luka

Estaba sentado en el sofá tratando de contactar a Antonio, sabía que tenía algo que ver con esto, pero no podía concentrarme con el pelinegro caminando de un lado a otro en la habitación.

-Jean, te puedes sentar?

-¿Ti piidis sintir? No, no me puedo sentar, agradece que no este gritando mientras le marco a la policía.

-Entiendo que estas preocupado, pero marcarle a la policía sería contraproducente. Tendríamos que... Explicarle todo y aún así, no sé... Si Antonio está detrás de esto, no creo que este haciéndolo con ayuda de los policías exactamente.

-... Oh genial, Libardo fue atrapado por mafiosos por culpa tuya y de tu maldito ex celoso.

Bajé la mirada soltando un pequeño suspira, quería poder decirle que no era cierto, pero... Sabía que sí lo era. Decidí acercarme a Libardo a pesar de ya haber tenido en mente lo que le paso a Dan como una advertencia, pero,
Me gusta tanto... No pude contenerme.

Comencé a angustiarme al ver que el pelirosa no contestaba mis llamadas, no quería estar como Jean. Dos personas alteradas sería lo peor para este tipo de situaciones.

- - 🌌 - -

El chico de cabellos rosados se encontraba sentado en una esquina de su habitación, por primera vez le atemorizaba recibir las llamadas de Luka envés de estar saltando en una pata, sabía que ya el pelinegro se lo había contado.

Sus ojos se abrieron al ver el nombre de "Lucifer" reflejado en la pantalla del celular.

-¡Tardaste demasiado en llamar, Luka ya lo hizo como quince veces!

-Las noticias llegan más rápido que el secuestrado, waoh. Ya lo tengo aquí.

-¿Aquí, dónde?

-Ya conoces este lugar, es donde trajimos a Dan para hacernos amigos de él! En ese entonces tus manos aún temblaban y tus ojos estaban llenos de culpa y terror, que hermosos recuerdos.

-Así que hasta el diablo se puede poner nostálgico, acaso ese corazón podrido aún puede sentir? No me hagas reír.

-Este corazón siente más de lo que tú creés, cuando las personas me miran con esos ojos llenos de terror y lágrimas, mi cuerpo se estremece, es realmente emocionante.

-Das asco. Voy hacía allá, no dejes que nada pase con él hasta que yo esté ahí.

El chico se puso de camino hacía el lugar apagando primero el celular, había sido una acción completamente impulsiva ¿"Amenazar"? Ni él entendía lo que quiso decir ¿"Aléjate de él y vuelve conmigo si no quieres que muera"?

Las luces de la oscura habitación estaban dirigidas Libardo, quien se encontraba amordazado y atado con las manos atrás de la silla, temblaba mientras veía al chico colgando la llamada frente a él, su sonrisa de oreja a oreja, sus ojos que miraban directamente los suyos sin ningúna muestra de piedad y su sola presencia, hacía que todo su cuerpo se quedara completamente paralizado y ahora por la llamada se imaginaba perfectamente lo que quería lograr dejando solamente sus ojos destapados, quería ver
Su terror.

-¿Escuchaste eso, niño? Ya vienen por tí, no seas impaciente ¿Bien? Aún le duele la cara a uno de mis muchachos por tus golpes, no puedo creer que algo con una carita tan linda se pueda poner así de agresivo.

El pelicastaño giro la cabeza con fuerza evitando que el contrario lo siguiera tocando, tenía miedo, estaba completamente en un estado de pánico ¿Quién vendría exactamente? ¿El chico que llamo el otro día?

-Oye, oye, oye - El pelinegro tomo de la mandíbula al chico con fuerza hiriendo un poco a este. -No me gusta ser rechazado, acaso no sabes lo que paso con los que trataron de apartar mis manos de ellos?

-Hmp -El pelicastaño podía sentir las uñas del contrario enterradas levemente en su piel, le hizo sentir un dolor inevitable y asustar aún más de lo que ya estaba "¿Qué pasará conmigo?" Al escuchar al chico sus ojos se abrieron aún más con miedo.

-Exacto~ ellos murieron, mientras me miraban exactamente como tú lo haces ahora, llenos de terror, unos ojos que gritan el deseo de morir~ se me hace tan lindo.

La puerta del lugar se abrió mostrando al pelirosa entrar al lugar, cuando Lucifer lo vió venir dejo en paz la mandíbula del chico con su piel un poco lastimada.

Antonio camino hasta Libardo y le tomo su rostro observando sus ojos cristalinos y las marcas de uñas en su mandíbula.

-¿Acaso no te dije que no hicieras nada hasta que yo no venga?

-Te estabas demorando mucho y nos estábamos aburriendo~

¿¡Por qué?! | LieanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora