Capítulo 4

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Llegamos al antro y todo parecía estar sumamente normal, la gente se estaba divirtiendo, bebiendo, bailando y en las esquinas oscuras... Era asqueroso pero inevitablemente estaban los tipos que vendían droga.

Al rato nos logramos sentir cómodos quedándonos sentados en los asientos de la barra, una música en particular llamo mi atención, por todo el lugar se comenzaba a escuchar la canción "Two Feet - I Feel Like I'm Drowning" comencé a mover la cabeza lentamente mientras miraba se reojo a los demás, Jean estaba bailando con Darían tal cual pareja, al mismo tiempo Jean hablaba con Ralf, presumiendo lo "bien" que bailaba. Por último estaba Nicole, soportando el coqueteo amigable de Orson.

Me perdí en la nada de nuevo, sólo miraba fijamente las gotas de agua que caigan por afuera del vaso de cerveza frío.
Todo iba bien hasta que se escucho un pequeño escándalo cerca de la puerta del establecimiento, los demás parecieron no escucharlo, estaban en lo suyo completamente, pero yo sí que lo escuche, eran algunos gritos como si se trata de un concierto de algún famoso, entre tantas personas se hizo visible una figura alta, era un chico que llevaba una sonrisa algo arrogante en su rostro, innecesariamente llevaba unas gafas de sol ... Sí, en plena noche. Pero bueno, sus rizos bien formados llamaban la atención, pero no era lo único. Su cuerpo y su rostro parecían tallados con delicadeza milímetros a milímetro, era simplemente perfecto. Su hilera de dientes blancos y brillantes no era lo único que resaltaban.

Oh...

Sus ojos eran extrañamente hermosos, subió sus gafas y al dejarlas en su cabeza sus ojos celestes se hacían notar, no eran unos simples ojos celestes, eran un color que se podía confundir inevitablemente por la luz con unos de color violeta, por el movimiento de aquel chico se escucharon algunos gritos de emoción por su presencia.

El caminaba hacia la barra liberándose poco a poco de la multitud de gente que estaban sobre él, antes de irse paso una mano con delicadeza por la barbilla de una chica, ¿Soy solo yo el que noto que la chica casi colapso en ese preciso momento? Como sea. Se sentó en uno de los asientos que estaba separado del mío como por cuatro. Él pidió que nadie lo sugiera y todos obedecieron ¿What the fuch, man? Creía que ya había pasado, voltee y seguí con mi bebida sin darme cuenta de que aquel sujeto había notado mi presencia, se acerco a mi y sonrió juguetón mirándome descaradamente de pies a cabeza.

—A-ah? Pasa algo? -Su mirada me incomodaba, aunque no me desagradaba por completo.

—Es que... Se te cayo un papel. -Solto una sonrisa algo pícara, por mi parte estaba confundido ¿Papel? No había llevado nada parecidos, estuve como idiota mirando al suelo buscando alguna cosa ¿Una servilleta?

El chorrudo me tomo del collar con suavidad, alce la cabeza curioso y me tope con su rostro centímetros del mío, estaba exaltado y ruborizado, puse una mano en su hombro para alejarlo pero no podía ni siquiera poder un centímetro de ese cuerpo.

—En el que venías envuelto, bombón. -Sin vergüenza alguna el contrario me guiño sentándose en el asiento a mi lado

Me quede shockeado en un primer instante, cuando lo comprendí solté alguna risitas avergonzadas tapandome el rostro. La conversación entre los dos fluyo de manera espontánea, era simpático, aunque para ser sincero no sabía marcar su límite y lo hacía notable cuando coqueteaba de manera directa o se acercaba demás.

Primero comencé sintiendo una mirada en mi nuca, y luego la voz presente tras mi espalda, era Jean quien por alguna razón no se veía muy contento.

Narradora - - ⭐- -

¿Quién eres? -Pregunto descuidadamente el pelinegro dirigiéndose al chorrudo quien para él, estaba muy cerca del pelicastaño.

El chico soltó unas risitas dejando ver sus dientes, no se molesto en levantarse de aquel banco, sólo ladeo la cabeza y miro al pelinegro con una mirada retadora.

—¿Para ti? Luka Giovanni Bucci. -Soltó una sonrisa burlona a Jean para luego dirigirse a Libardo y mientras tomaba su mano y la acercaba a sus labios iba hablando sin pena alguna.  Y si es para ti~ podrías decirme "Amor" "Cariño" o... "El amor de mi vida"

El pelicastaño trago en seco algo tembloroso, Luka había dejado un suave beso mano, ni siquiera había notado la mirada asesina que Jean tenía tras ese chico.

—¿Y tú cómo te llamas, Precioso? -Pregunto aún teniendo sostenida la mano del castaño y hasta acariciaba esta con suavidad, antes de que esa mano fuera arrebatada por Jean.

—Yo soy Jean, y él es Libardo, no precioso, ¿Por qué lo llamarías precioso? ¡No puedes llamarle precioso! Solo yo puedo! Si quisiera... Claro. -El pelinegro se había exaltado pero a el chorrudo no parecía importarle, se quedo viendo a la nada un momento para luego acercar su mano a el cabello castaño de Libardo acariciándolo.

—"Libardo de Bucci"  -Esas simples palabras eran suficientes para hacer que a Jean le hierba la sangre y que Libardo se quede paralizado de la vergüenza.

—¿E-eh? Q-qué dices? -el menor soltó risitas avergonzados y alejo la mano del contrario de su cabello para "arreglar" la zona que el contrario había acariciado, de forma innecesaria.

¡Idioteces! ¡Eso dice! -Jean puso su brazo separándolos a los dos, sostenido del filo de la barra le devolvió la mirada desafiante al chorrudo. Además, Libardo de León, suena mejor.

Con sólo esas palabras y las miradas que se llevaban Luka y Jean se podía ver todo con claridad para ellos dos. Libardo se había perdido en la nada mientras estaba nerviosamente arreglándose el pelo una y otra vez.

¿¡Por qué?! | LieanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora