Capítulo 24

184 24 5
                                    

Narra Luka

¿Qué? No... No estaba sentado en mí cama con el celular justo a mi lado por esperar una llamada del chico, solo estaba... Descansando un poco la comida antes de empezar a hacer ejercicio, con Libardo lejos y mí madre ocupada nadie podría tenerme de hacerlo.

Aunque debía aceptar que extrañaba aunque sea un poco al chico, sus conversaciones y las risas que esparcía por todas las habitaciones me distraían más que salir al antro, ver películas o hasta jugar videojuegos.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el tono de mí celular, al ver el nombre del chico en la pantalla extendí mí mano sin pensarlo pero justo antes de aplastarla me detuve tratando de mantener la calma... Después de todo...

Una belleza como yo se debía hacer esperar, querido.

... Como sea, basta, desde que el chico había aparecido en mi vida todo lo que era o al menos la mayoría se había derrumbado, conteste la llamada acercando el celular a mi rostro mientras me levantaba caminando hacía el balcón.

—"Oh, eso fue rápido ¿Luka?"

Demasiado...

—Sí, sí~ estoy desocupado, ya sabes, momento de osio.

—"El dolor ya paso, pero los dedos aún tardarán algunas semanas en sanar, no te deberías esforzar demasiado."

—¿De qué?-

—"Luka."

—Bueno, nada de ejercicios en los que tenga que permanecer parado y... ¿Cómo ha estado tu día?

—"Oh... Bien, genial... Sí, estuvo entretenido."

¿Cuando fue la última vez que había tenido tantas ganas de pasar con alguien? Quería ver al chico justo ahora... Será que aceptaba ir al parque justo ahora? No, no.

—Me alegro, aún tienes un pequeño chisme que contarme, no?

Narra Jean

No podía creer lo bien que había salido eso, en serio el día había ido muy bien, me asuste por un momento creyendo que estaba haciendo sentir incómodo al chico, pero tal vez sus reacciones no había sido por incomodidad, me estaba adelantando demasiado con simples suposiciones, pero tal vez tendría algunas esperanzas.

—Realmente quiero que sea así...

Escuche el choque en la mesa que me hizo mirar hacia adelante enseguida, era Orson quien había puesto su plato en la mesa.

—¿Qué quieres que sea así?

Se sentó con una mirada curiosa hacía mí mientras tomaba algunas cucharadas de su plato.

—¿Yo? No, nada... Solo estaba

—¡Vamos! Soy una tumba, cualquier cosa que me digas no saldra de mí boca.

Trague en seco paseando la mirada por la habitación, ¿Será?... No... Pero sería bueno tener a alguien que me eche la mano... ¿Orson sería alguien de confianza?

—Esta bien...

—¿Ah? Espera, en serio?

Orson parecía sorprendido, bueno, yo también me había sorprendido, se lo iba a decir...

—Pero vayamos a un lugar más alejado, nunca esta de más prevenir.

Era cierto, si tenía alguien dentro de privé ayudándome sería más fácil tener más tiempo junto a Libardo, al menos en algunas ocasiones, obviamente mantenía en mente a Darían, pero se me hacía sinvergüenza preguntarle si me podía ayudar con aquella situación siendo que hace poco habías roto, había salido todo muy bien, pero no.

Fuimos hasta lo más alejado de la casa pasando la piscina, debía asegurarme de que nadie nos escuchara, de por sí estaba algo dudoso aún ¿Y si le digo que solo era una broma?

No, vamos... Tú puedes.

—Bien, soy todo oídos.

—Yo estoy

Narra Luka

Vaya, no esperaba que el chico fuera a avanzar tan rápido, aunque realmente recién me estaba enterando de que tenía pareja, entonces... ¿Aparte de hacerlo ver sus sentimientos le hice ver su bisexualidad?... Intenso.

Me lance a la cama de espaldas, estaba escuchando al chico, pero perdido un poco entre mis pensamientos.
¿Qué debería hacer ahora?
No podía hacerme el ciego, desde que había pasado más tiempo con Libardo y me hablaba de Jean, sus ojos brillaban junto a su sonrisa, aunque cuando terminaba era como si bebiera un trago amargo, era como si recordara algo que lo acabará.

¿Debería dejar que la pareja se reuniera ahora?...

No, me había vuelto codicioso.
¿Podría su mirada... Iluminarse de la misma manera o con mayor intensidad cuando hablara de mi?

—Oye, Libardo...

¿¡Por qué?! | LieanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora