En esta continuación de "Mi nueva vida... ¿Como una chica?" y "Aprendiendo a vivir como un chico", Gabriela sigue explorando las posibilidades que le brinda su nueva identidad femenina, mientras Daniel se adapta a vivir como un chico con el apoyo de...
Un tiempo después tras admirar las estrellas y la luna ambos entramos a la casa de Luis donde sus padres y mi mamá se encontraban conversando de una manera bastante amistosa, nos sentamos en un sofá un poco alejados de ellos intentando actuar normales y mientras el tiempo pasaba terminamos jugando en nuestros celulares hasta que el momento de irnos llegó, me despedí de la familia de Luis y el me acompaño hasta la puerta donde lo besé en la mejilla y tras un pequeño abrazo subí al auto con mi mamá. El camino a casa fue algo silencioso, pasábamos por calles vacías sin nada muy interesante pero aún así buscaba algo con lo que entretenerme mirando las casas por las que pasábamos y terminamos en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida dónde mi mamá compraría la cena.
Mamá: ¿Quieres venir?
Gabriela: Gracias pero prefiero esperar aquí.
Mamá: Ok, no me tardo.
Mientras mi mamá iba por la cena me recosté un poco en el asiento del copiloto cuando un mensaje hizo sonar mi celular y se trataba de Luis.
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Bueno, al parecer el ya había avanzado más que yo en esto, solo tenía que esperar a que mi mamá vuelva y se lo diré, todo saldrá bien ¿No? Cómo 5 minutos después de la conversación mi mamá volvió y tras que entrara en el auto me preparé para decirle lo que había sucedido.
Gabriela: Mamá...
Mamá: ¿Si?
Gabriela: Hay algo que quiero decirte...
Mamá: Claro cariño, ¿Que sucede?
Gabriela: Hoy... Luis y yo... Estábamos en el parque y...
Mamá: ¿Todo está bien entre ustedes?
Gabriela: Si, estamos saliendo.
Mamá: ¿Saliendo? ¿Cómo novios?
Gabriela: Ajá... ¿Que opinas?
Mamá: Estoy feliz por ti cariño.
Mi mamá me dió un pequeño abrazo y tras darme un pequeño beso en la frente continuamos con nuestro camino a casa donde ella me iba preguntando cómo fue que pasó todo y lucía bastante entusiasmada.
Mamá: ¿Y sus padres lo saben?
Gabriela: Si, se los dijo después de que nos fuéramos... Ellos te agradan ¿No?
Mamá: Si, son bastante divertidos... De hecho hablábamos sobre ustedes dos.
Gabriela: ¿En serio?
Mamá: Larga historia cariño.
Gabriela: Oh cierto, ¿Crees que pueda almorzar con Luis el 23? Sus tíos llegarán de viaje y me pidió que este con el.
Mamá: Si, claro.
Llegando a casa todos nos sentamos al rededor del monopoly y mientras mi familia jugaba yo me encontraba pensativa en un sofá al lado de ellos comiendo papitas.
