Capitulo 57: Almas gemelas

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Camila: Hey, ¿Que tal la noche?

Gabriela: Tranquila... ¿Por?

Camila: Dormiste con Luis ¿No traviesa?

Gabriela: S-Solo dormimos...

Camila: Lo sé, solo quería molestarte...

Gabriela: Oh... ¿Y dónde está?

Camila: Corriendo con Marco y Juan por ahí... A veces parecen niños...

Gabriela: Créeme que lo sé...

Camila: En fin, iré a cuidar de Ari, diviértete.

Gabriela: Tu igual

Volviendo a mis pensamientos e imaginar posibles soluciones a los problemas que Micaela podría causarme me distrajeron lo suficiente como para que no notara cuando Melisa y Daniel empezaron a caminar a mi costado por al parecer unos minutos.

Daniel: ¿Gabi?

Gabriela: Perdón, ¿Dijeron algo?

Melisa: No, hemos estado en completo silencio... 

Gabriela: Oh...

Daniel: ¿Que tal dormiste?

Gabriela: Bien... Tuve una noche tranquila.

Daniel: ¿Por algo en especial?

Gabriela: Yo... Dormí con Luis.

Daniel: ¿Enserio?

Melisa: Daniel, ya lo sabíamos...

¿Que acaso lo saben todos? Bueno, hasta donde yo sé todos mis amigos al parecer si. Solo espero que los adultos no y mucho menos mi mamá, no sabría cómo decirle que dormí con el solo porque tenía miedo debido a una tonta pesadilla...

Daniel: Lo sé, no quería hacerla sentir incómoda.

Gabriela: No se preocupen...

Melisa: ¿Y que tal?

Gabriela: Fue... Lindo creo...

Y durante los siguientes minutos que duraba nuestra caminata estuvimos hablando sobre algunos temas que no habían tocado demasiado últimamente como por ejemplo Julio y Alejandro, al parecer les iba bien en la universidad aunque eso los mantenía ocupados casi todo el tiempo.
El resto de la caminata fue bastante entretenida, terminamos llegando a una especie de muelle en el lago donde estuvimos un rato, luego volvimos para la hora del almuerzo dónde comimos hot dogs y algunos fuimos a jugar fútbol, correr y cuidar del pequeño Simba quien parecía divertirse con la pelota que previamente habíamos usado pese a que esta era algo más grande que el.
Obviamente la noche llegó y nuestro campamento estaba llegando a su fin, realmente estaba emocionada por volver a casa pero a la vez quería quedarme aqui por muuuucho más tiempo pero obviamente esto no era posible.
Luego de haber desarmado las carpas y haber vuelto a guardar las cosas en los autos algunos adultos y chicos se quedaron reunidos en la fogata mientras que yo y mi prima nos subimos al auto sentándonos en el asiento del piloto y copiloto para poco después reclinar los asientos lo más posible.

Sam: Estás algo callada...

Gabriela: Ajá...

Sam: Fue un lindo día ¿No crees?

Gabriela: Si, lo fue...

Sam: Gabi...

Gabriela: No quiero hablar Samantha...

Sam: ¿Por qué no?

Gabriela: Porque tengo sueño... Dormiré un poco ¿Si?

Luego de un pequeño bostezo por parte mía me acomodé en el asiento y estando cubierta con la manta me quedé dormido por el resto del tiempo que faltaba antes de pasar a los asientos posteriores tras ser despertada e iniciar el viaje de regreso a casa.

Vidas Cruzadas... (Pt. III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora