En esta continuación de "Mi nueva vida... ¿Como una chica?" y "Aprendiendo a vivir como un chico", Gabriela sigue explorando las posibilidades que le brinda su nueva identidad femenina, mientras Daniel se adapta a vivir como un chico con el apoyo de...
Una vez de vuelta en mi habitación me recosté en mi cama y gracias a todo el silencio que había decidí relajarme un poco y como siempre estaba tarareando una canción cuando mi mamá entro a la habitación para verme.
Mamá: No avisaste que llegaste...
Gabriela: Perdón, estaba distraída.
Mamá: ¿Te divertiste con tu amigo?
Gabriela: Si, bastante.
Mamá: Que bien hija, ¿Tienes hambre? Pediremos pizza.
Gabriela: Oh eh... De hecho ya comí con Daniel así que me saltaré la cena...
Mamá: Está bien, de todas formas te guardaremos pizza por si tienes hambre luego.
Gabriela: Gracias, eres la mejor.
Esto sobre haber comido antes era mentira en realidad más o menos, si comí con Daniel pero fue como a las 5 tal vez y ahora pues estoy sin hambre realmente. Ya que no tenía planeado bajar ni nada me empecé a quitar la ropa que traía puesta para ponerme la pijama y mientras hacía esto mi celular sonó y apareció un mensaje precisamente de quien estaba hablando...
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Daniel tenía razón, tenía que descansar y mañana si que iba a ser un día muy largo así que terminados los mensajes con él terminé de ponerme la pijama y me dejé caer sobre mi cama a la vez que intenté jugar videojuegos por un rato en mi celular pero obviamente esto no duró demasiado ya que me aburrí, intenté leer algo y simplemente la lectura no me atrapó así que deje el libro a un lado y me di por vencida. Muchos minutos después mi mamá
Sam: Lo siento, no te ví...
Gabriela: Estoy bien, ¿A dónde vas?
Sam: A verte en realidad, ¿A dónde vas tú?
Gabriela: A hablar con mi mamá, ¿De qué querías hablar?
Sam: Nada importante siendo honesta, te lo digo luego.
Gabriela: Ok...
Me despedí de mi prima y caminé un poco hasta llegar a la puerta de la habitación de mi mamá, le di unos golpes a la puerta y ella me dijo que entre así que lo hice y me acerqué hasta ella quedando parada a pocos metros de ella.
Gabriela: Ma, ¿Estás ocupada?
Mamá: No hija, ¿Necesitas algo?
Gabriela: No... Bueno si... D-De hecho... Te quería hablar... Sobre algo...
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