Capítulo 9: Michael, Chris y Francisco.

42.1K 2K 141
                                    

TaylorNarracion: *Jueves en la mañana*

- Hola, cariño- Me saludó mi padre.

- Hola.

- ¿Dormiste bien?- preguntó.

- Algo así. ¿tu?

- Igual, casi nada.- sonrió.- Asi que volvió Francisco.- agregó

- Si- afirme y suspire- Va a quedarse un tiempo.

- ¿A que vino?- Mastico una rosquilla.

- Por mi- dije entre comillas.

- ¿Por ti?- rió- Ese chico comenzó a caerme mal desde el momento en que se fué.

- Lo se- asentí con la cabeza.

- ¿Volvió para volver a irse?- Buena pregunta, papá.

Quedámos callados por unos minutos.

- Lo que cuenta es que está aquí, conmigo, y por más que todo haya sido complicado, en el fondo lo quiero.

- Si, cariño, pero me asusta volver a verte sufrir y no poder hacer nada.

Lo abracé y besé su mejilla.

- Pa, tu tranquilo- le sonreí- Voy a prepararme.

Mientras me duchaba escuhcé el timbre. Supuse que era Francisco.

Me cambié e hice todo rápido para irme y cuando bajé lo encuentro a mi padre hablándole.

Estaba en lo cierto, era el.

- Hola- bajé por las escaleras.- Hey ¿que haces aquí?

Era obvio que hacia. *golpe*

- Vine a buscarte para llevarte a clases- sonrió.

- Si, y mientras te preparabas hablábamos.- agregó mi padre golpeando el hombre de Francisco.

- Vayan- lo miró fijamente- Beso, cariño. Ten suerte.

Saludé a mi padre y nos dirigimos a su auto.

- Francisco- le sujeté el brazo- ¿Que te dijo mi padre?

- Nada importante- sonrió.- Ahora que hablamos queria aprovechar para pedirte disculpas.

- ¿Porque?- alcé una ceja.

- Por lo que hice cuando me fuí de aquí. Estaba muy presionado con el tema del viaje - Sabia a que ibas- Tomé una mala desicion y me fuí sin pensar en ti y como te quedarias. Estaba emocionado, ansioso, muchas sentimientos, que no me di cuenta que estaba perdiendo algo mas valioso que un estupido trabajo. Sentí que era tarde para cuando volví, pero en el fondo algo me decía que lo intentara.

- Francisco- lo miré. ¿Para que hablé si no iba a saber que decirle.- Tranquilo.

¿Tranquilo? Me muero, que idiota.

- Yo te amo, Taylor- agachó la cabeza- Y volví por ti porque las esperanzas eran mi última ficha.

- Yo ya no se si te amo- lo miré.

Vi como en sus ojos se destruía su alma.

Ya serían dos corazones rotos, Taylor.

- Pero podemos comprobarlo- le sonreí.

¿Que rayos hiciste?

Hey, no es solo mi culpa. ¿Quien era el que hace dos minutos me decia: "Ya serían dos corazones rotos, Taylor". Me hiciste sentir culpable.

Déjame... ¡PROSTITUTO! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora