P.O.V Edith:
Mientras Tay se tardaba en el supermercado, yo hablaba con su madre de ella y reíamos de su locura.
¡Si!, consideramos que Taylor ta' loquita.
-¿Y tu? -agrega-¿¿Qué es de ti?
-¿De mi-reí. Su madre quiere saber de mi, ¿Qué puedo decirle? -La verdad es que nada.
-¿Nada?, no lo creo.
-Bueno, si. Hoy por ejemplo tengo una cita.
-¿Cita? -sonríe picarona.
-No enrealidad. Saldre con un chico a caminar, tomar algo. Bien simple.
-Mmm, eso suena a romance. ¿Quién es?
-Steven... en realidad es algo así-reí-O por lo menos de mi parte-Murmuro.
-No lo se, ¿el te invito o tu te acercaste?
-Esta claro que el lo hizo. Yo nunca podría, a penas lo veo y ya estoy sudando. Aparte una dama nunca pregunta.
-¿Por qué no? Yo al padre de Taylor lo invite a salir.
-¡Mentira!.
-¡Que si! -rió. -Es mas, me dijo que no. Al dia siguiente vino con flores y me lo pregunto. Dijo lo mismo que tu: "Una dama nunca debe pedirle al joven". Yo reí y con estas mismas palabras le contesté: Y, pero si debía esperar a que tu avances, bueno, me quedo sin hombre.
-¡Que atrevida!. -Quede boquiabierta.
La verdad es que nunca supe todas esas cosas sobre la madre de Tay.
-Bueno, nací sin vergüenza. Soy caradura de nacimiento. -hace una pausa-Como sea, después me cuentas como te fue.
-¡Claro! -reí y al segundo llega Taylor, y sin nutella. -¡Taylor! ¿Dónde está la nutella?
-A quién le importa la nutella-sigue de largo. Parecía embobada.
Su madre y yo nos miramos y comenzamos a reír. -¿Y ahora que le pasa?
Caminamos hacia el sillón y nos sentamos a su lado.
-No creeran lo que acaba de pasarme. - Taylor rueda los ojos.
-No lo sabemos, pero dinos-Su madre me mira y seguíamos riendo.
-Bueno, prometan que no me pegan.
-Bueno si, pero habla. -agrego exaltada.
-La cosa es que camino al supermercado me encuentro con Michael...-mira a su madre y me mira a mi-¿Me van siguiendo?
Asentimos con la cabeza..
-Entonces frenamos para hablar, sale el tema de como me encuentro y le explico que pelee con Francisco. -Taylor siempre va a la simpleza. Nunca con detalle. -Decia que lo lamenta y blablá. Al segundo dice exactamente con estas palabras: ..."Eres mi amiga, y los amigos están para cuando uno los necesita".. hizo un silencio súper incomodo pero después agrego: "Solo que le palabra amistad no me convence tanto. Menos para alguien como nosotros" y casi terminamos besándonos.
-¿Se besaron? -levante la voz.
-Dije CASI. -Alza una ceja-Gracias a Dios no paso ya que alguien interrumpio..
-¿Qué? -agrega su madre-¿Por qué no?.
-Porque no quería. Estoy demasiado confundida ahora, espero que lo entiendan.
-Si, si, claro. Entendemos, ahora sigue, ¿Quién interrumpio?, ¿Rachel? -me alteré.
-¡No! -niega con la cabeza-Fue... Francisco.
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Déjame... ¡PROSTITUTO! ©
Teen Fiction"Aléjate de mi, entregado" dije, y así es como doy comienzo a esta historia. Michael Jonas, el idiota, pero también muy popular chico del colegio, y yo, la nada interesante Taylor Cámeron.