P.O.V Edith.
Llegamos a casa de Taylor e insistí en quedarme con ella. Se veía mal y ciertamente me daban muchas ganas de ir a casa de Michael (la verdad es que no sé dónde vive) y cortarle sus cositas.
-Enserio, puedes ir. No es necesario.
-Taylor Margaret Cameron, no.
-Enserio.
-Enserio digo yo. Insisto, no es nada. Quiero estar contigo cuidándote.
-¿De que? -rió ella.
-De nose, basta. -Taylor abre la puerta mientras bufaba y me deja entrar. -Le aviso a mi madre que estaré aquí hasta mañana.
-Eres lo máximo.
-Lo se, bebe, lose. Ahora entra. -Le dí mis cosas a Taylor y fui hasta el pasillo de su casa para pode r llamar a mi madre.
Ella me atendió y accedió a que me quedara.
-¿Me quedó algo de ropa aquí?
-No lo se, de la última vez que viniste puede que dejaste dos remeras, un pijama y el jean ese que no me acuerdo.
-Bueno, suficiente. -Me acerqué a ella y la abracé fuertemente. -No intentes disimular conmigo, cariño.
-Uf, te das cuenta rápido.
-Claro, pero no puedo cambiarte de tema. Hablemos.
-Es que el problema es que contigo no debo hablar. Debo y necesito hacerlo con Michael. Demasiado tarde, creo.
-¿Tarde para que? ¿Para decir perdón? -Hice una pausa-Nunca es tarde para pedir perdón.Se que hay algo mas.
-¿Algo mas de que?
-Necesitas estar bien con Michael, quieres estarlo, ¿Por qué? Porque te importa, Taylor. De una manera tan fuerte.
-Si, es tan obvio-rió
-Bueno, por lo menos aceptando tus sentimientos hacia el, ríes. -Suena mi teléfono y atiendo. -Un minuto... ¿Hola?
-Hola, Edith. Quería saber si el sábado podríamos salir a tomar algo, nose, si quieres.
-Eh, Steven, ¿podríamos arreglar eso luego? Ahora no puedo hablar.
-¿Te encuentras bien?
-Si, es Taylor. Está aquí conmigo. -Cuelgo el teléfono y vuelvo la mirada a ella.
-¿Era Steven?
-Si, pero no importa.
-¿Qué sucedía?
-Nada, solamente quería saber si el sábado podíamos salir, le dije que arregláramos luego porque estoy contigo.
-¿STEVEN QUIERE SALIR? ¿Por qué no estás alterada?
-¿Debería de estarlo? Estoy aquí contigo, ahora no me importa nada mas.
-Pero es Steven. Estas siempre babeando por el.
-No estoy pensando en el. Quizás sea porque no reacción o estoy contigo y mi preocupación esté centrada en ti.
-Algo así. No debes de preocuparte por mi. Quiero saber si aceptaras.
-Puede ser. -sonreí.
P.O.V Steven.
Terminé de cambiarme y fui a casa de Michael. Agarré mi moto y salí para allí.
-Steven, no me avisaste que venías.
-Acabo de hablar con Edith.
-¿Enserio? -sonrió-¿Qué bien? ¿aceptó?
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Déjame... ¡PROSTITUTO! ©
Teen Fiction"Aléjate de mi, entregado" dije, y así es como doy comienzo a esta historia. Michael Jonas, el idiota, pero también muy popular chico del colegio, y yo, la nada interesante Taylor Cámeron.