Narra Taylor:
Tocó el timbre para irnos a casa y salí afuera encontrándome con Francisco.
Subimos al auto y el solo conducía.
Yo pensaba y pensaba. Por ejemplo en como las cosas habian cambiado.
En principal, no hablaba con Chris, definitivamente eso me ponia mal. Lo entiendo, el me confeso su amor y yo herí brutalmente sus sentimientos, no queriendo, pero tuve que hacerlo. Mi sinceridad pura me hizo el favor.
Ahora con respecto a Michael. Todo cambió desde el miercoles que estuve en su casa y habia sucedido aquello con su madre. Nunca tuvimos un relacion amistosa, es más, siempre pensé en que Michael me queria violar o algo parecido y nada, entonces lo mantenia alejado. Pero ahora es diferente, quitando el orgullo y muchas cosas, le tomé aprecio.
Solamente un poco de aprecio.
Demasiado.
¿Sigues aquí?
Volví a casa de mi padre con Francisco y no hablamos en todo el viaje.
- ¿Que sucede?- frunció el ceño.
- ¿Porque?-pregunté extrañada.
- si vieras tu rostro lo sabrias y demás estaria decir que te espantarias-bromeo - Ni yo que amo observarte puedo hacerlo con ese gesto que tienes.
Reí- Nada, solo estoy un poco estresada por el colegio.
- Mmm, no me convence- Se dió cuenta- No te molesto.
- No, tranquilo-sonreí.
-Cambiemos de tema.. Me soprendio ver a Chris, no sabia que se habia cambiado a este colegio.
- Si- agaché la cabeza- Despues de un tiempo vino aquí, pero nunca me habia dado cuenta que estaba en el mismo que yo. Hace poco lo supe y comenzamos a hablar.
- Es lindo, me hace recordar los tiempos del instituto.
- Cierto- sonreí.
Llegamos y el dijo que tenia que irse a ni me acuerdo donde era.
- Tay, te veré en un rato-se acercó para besarme y yo lo esquive.
Agacho la cabeza y cerró los ojos.
- Perdon, es que..
- Con calma, entiendo- cambió direccion y besó mi mejilla volteandose a su auto.
¡Bien, Taylor! estas haciendo las cosas bien si que te las dijera.
Dije que te calles.
Entré a casa y me encontré con mi padre.
- Me asustaste, cariño- se exalto- No pensé que vendrias hoy tambien.
- Perdon- reí- Vengo porque me tocan tres dias contigo.
-¡Ay!- ríe el- Lo habia olvidado por completo.
- No sería quien para juzgarte-dejé mis cosas en el sillon y fuí a la cocina a intentar merendar. Me gruñia el estómago pero no queria comer nada.
- Cariño, ya tengo que salir. -agregó mi padre.
- ¿El restaurante te llama?
- Si-rió.- Adios, cariño. Te veo luego.
Cerré la puerta y fuí a terminar mi tarea de geografía pero un mensaje a mi celular me interrumpia.
Parece que Edith me necesita.
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Déjame... ¡PROSTITUTO! ©
Teen Fiction"Aléjate de mi, entregado" dije, y así es como doy comienzo a esta historia. Michael Jonas, el idiota, pero también muy popular chico del colegio, y yo, la nada interesante Taylor Cámeron.