Capítulo 22: ¡Acabó!

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P.O.V Taylor:

Francisco y yo fuimos hasta el patio juntos y el saluda educadamente a mi madre.

-Hija, ¿Quién toco?

-Francisco. -reí.

-Antes de el. ¿Quién era?

-Ah, te grite que era un compañero.

-¿Enserio? No escuche. ¿Steven? ¿Michael?

Francisco alza una ceja y rie-Ninguno de esos dos guanacos, fue su compañero nuevo.

-¿Nuevo?... -dice extrañada-Ah, el primo de Steven.

-Si-mordí mi labio.

Francisco asiente con la cabeza y me mira-Con razón era anormal, es primo de Steven.

Yo frunzo el ceño-No seas así. Es bueno.

-Perdon. No insulto mas a tus mejores amigos. Habia olvidado que ahora todos son un grupo y se aman.

-Bah-me volteo y voy a living.

El me sigue y me agarra de la cintura-No te enfades, era chiste.

-Como sea. -ruedo los ojos.

-¿Enserio te enfadas? Era una broma. Aparte no entiendo como te afecta, recién los conoces.

-Ellos son mis amigos, yo no digo nada de los tuyos. Ni que son idiotas.

Mi madre me mira y se va hacia la cocina.

-Mis amigos? No tienes nada para decir de ellos.

-Y tu tampoco de los mios.

-Si, porque mis amigos no quieren algo conmigo. En cambio, Michael, Steven y el nuevo te tienen ganas. Bueno, de Steven lo dudo, siempre crei que era gay.

-¿Y tu que sabes? Dices cosas sin saber.

-Esta claro Taylor. Se babean por ti. .

-No los conoces. A penas a Michael, y el nuevo es nuevo, no puedes hablar de la gente sin conocerlas. -me cruce de brazos.

-No confio en ellos, apenas mirándolos. El único que si me es fiel y siempre lo será, es Christopher.

-Claro-me di la vuelta y me sente en el sillón.

-Es cierto. El nunca quiso tirarse encima de ti. O yo no lo note. Aparte ni aunque hubiese querido pudo haberlo hecho. Compitiendo con ellos, gano.

-Como digas.

Me tienes harta ¡FRANCISCO! ¡HARTA!

-Amor, ¿tienes alguna camisa mia?

-Si, arriba están todas.

-Bueno, ¿me das alguna? Es que quiero cambiarme esta.

-Búscalas.

-No, ¿Por qué?. No revisaría tus cosas para agarrar una camisa. No es adecuado.

Lo miro indiferente y me distraigo con una notica en la TV.

-¿Amor? ¿vas a traerme la camisa?

-Si. -Dije seca y subí las escaleras.

Abrí el placard y saque una de sus camisas. Una de las dos que tiene aquí.

-¿Puedo pasar? -Francisco se encuentra en la puerta.

-Hazlo.

-Permiso. -Entra y se sienta en la cama.

Revise todo para ver si había alguna otra cosa. La verdad es que no encontré nada.

Déjame... ¡PROSTITUTO! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora