P.O.V Taylor:
Maldita mañana, maldita noche, maldito todo.
Odio esto, odio a Michael y odio a quien decida cruzarse en mi camino, ¿ok? OK.
Bueno no, para mi mala suerte tengo que soñar con el.
Encima, pf, ¿porque miente? El dijo que no lo envió, pero helloooo, es su número.
La mas gracioso es que leyó ese mensaje y vió que decia prostituto. Se sintió ofendido, o quizas un poco identificado.
Ok, debería calmarme, Michael Jonas no arruinará mi hermosa mañana de miercoles.
Mejor dicho, puede ser que lo sea, pero no.
(...)
- ¿Peleaste con Michael?- grita Edith.- ¿porqué? no estoy entendiendo nada.
- No grites. Y si. Ayer bueno, me llego un mensaje de el diciéndome zorra, claramente me levante y fui a golpear su hermoso rostro. Me había ofendido. Cuando llegué comenzó a decirme que el no lo había enviado el y muchas otras cosas.
- ¿Enserio?- se desfiguro su rostro.- ¡Que idiota!.
- Si. Agarré mi teléfono y lo puse en su rostro para que leyera que decía y contestaba que no entendía que era. Cuando le digo que era el, su número y que no se hiciera el idiota comenzó con eso de que el no fué. Después le grite y antes de irme me dio un discurso de su gran mal día lo cual no tenía ganas de discutir conmigo. Me di la vuelta y lo ignoré yéndome a mi casa.
- Mmm, ciertamente no entiendo nada. Últimamente no comprendo esa cosa extraña que tienes con Michael, pero mas allá de eso, esto es el colmo. Debe haber una explicación alguna.
- No la hay, aparte de que quiso molestarme y cuando vio mi reacción se hizo el idiota. Solo es eso, un idiota
- Bueno, mas allá del tema Michael Jonas, ¿que hay con Francisco?- agrega Edith.
- ¿Francisco? nada, no lo se. No quedó en nada. Murió ahí.
- Mmmm, mejor. Que siga así- Ríe. Veo a Steven pasar por nuestro lado y voltea.
- Hola Taylor, perdón no te había visto.- retrocede y me saluda- ¿Haz visto a Michael?
Alzo una ceja y giro el rostro indiferente.
- No.- Edith me choca el brazo.- Dime, ¿que sucede con tu rostro?
- Hablamos luego- siguió de largo.
- Ow, mira su rostro. Se ve como... preocupado.
- Ey, Edith, tienes algo en el rostro. Por aquí- señale debajo de su labio.
- ¿Enserio?- comenzó a rasquetearse- ¿Que es?, ¿porque no me dijiste antes? Seguro Steven- hizo una pausa- Ah, lo dices porque..- se ruborizó.
- Siempre tarde mi querida Edith, muy tarde. Me gustaría ser la primera a la que le admites que te babeas por Steven, plis.
- Lo serás, y lo eres. Soy muy obvia.
- Ñe- reí.
- Es que es tan- hizo algo extraño con sus manos. Seguramente quiso referirse a algo lindo, hermoso. Cualquier sinónimo de bello esta perfecto. Edith siempre con sus locuras.
(...)
Dejo mi mochila encima del banco. Miro hacia atrás y vi a Rachel que me miraba con desprecio.
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Déjame... ¡PROSTITUTO! ©
Teen Fiction"Aléjate de mi, entregado" dije, y así es como doy comienzo a esta historia. Michael Jonas, el idiota, pero también muy popular chico del colegio, y yo, la nada interesante Taylor Cámeron.