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–Cuándo te pintaste el cabello...–

–¿Ah?.. ¿Es lo primero que me vas a decir? Acaso no sabes que estuviste...–

Quería dejar de pensar que podría ser el destino, aunque ya para qué hacerlo.

–Acabas de despertar, ¿cierto?–

Él solo asintió aún bastante confundido.

–Entonces...–
No debía llorar, no quería que se heche la culpa por haberse quedado tanto tiempo en ese estado.

Me acerqué hasta sentarme al lado de su camilla para apreciar mejor el rostro de mi novio.
–¿Cómo estás? ¿Tienes algún malestar? Creo que debería llamar a alguien..–

Hak negó, tan solo tomó mi mano y comenzó a acariciarla.

–¿Cómo te encuentras tú?, veo que no tienes ningún rasguño– agarré su mano y la acerqué a mi mejilla.

No debo llorar, no debo hacerlo.

–Estoy bien Hak, no tuve ninguna lesión, al menos no tan grave como la tuya–

Él sonrió y soltó una carcajada antes de dirigirme otra vez la palabra–¿Cómo está tu bebé? ¿Pasó algo malo?– miró hacia mi abdomen haciendo que más tenso el ambiente.

–Yo.. Debo decirte algo...–

–¿Qué sucedió? ¿Perdiste al..–
Rápidamente negué porque Hak ya estaba tratando de ponerse de pie.

–No es eso, es que...– Tragué saliva y respiré profundamente aunque no sirvió de mucho– En realidad es tu hijo..–

Pensé que lo vería sorprendido o al menos con una expresión diferente a la que hizo pero prácticamente desapareció lo tenso que estaba y más bien se alivió hasta el punto de acomodarse mejor en su camilla.

–Vaya...– suspiró cerrando sus párpados– Que buena noticia– volvió a abrir sus ojos y con una linda sonrisa volvió a preguntar.– ¿Cuántos meses tiene?–

Lo que dijo fue como una flecha clavándose en mi pecho.
No creía que tendría que decírselo en el momento que acababa de despertar.

–Geon... No sé como decírtelo– mordí mis dientes algo nervioso por la mirada del moreno.– No sé que palabras usar para que sea más leve el impacto–

–¿De qué estás hablando? No te entien..–

–Cariño... Has estado dos años... En coma..–

No tenía idea de que significaba el silencio de Hak.

Acabo de joderle su primer día. Soy un grandísimo idiota.

–Perdón, no debí..–

–Así que me perdí el nacimiento de mi hijo...– Fue lo último que dijo antes de volver a quedarse callado y aún con su mirada en el techo.

–No digas eso...  fue mi culpa, yo fui la razón por la cual que perdiste el control del auto...– volví a tragar saliva para aguantar el hecho de que estaba a punto de llorar.

–Deja de decir tonterías, yo fui el estúpido que comenzó la discusión– suspiró pasando su mano por su cabello.– ¿y cómo se llama?–

–Sungyeol, se llama Sungyeol..– Dijo el rubio pensado en como estarían sus pequeños en este momento.

–Es un lindo nombre– Habló antes de que la puerta se abriera y mostrara el rostro de asombro de una de las enfermeras que había estado cuidando de Hak por todo este tiempo.

Pasó poco para que su visita acabase ya que entraron varios médicos y le restringieron la entrada diciendo que se vaya a casa, tan solo pudo despedirse de su pareja moviendo su mano de un lado al otro cuando iban a cerrar la puerta de la habitación.

Se sintió bastante tranquilo mientras caminaba de regreso al hotel, al menos pudo mantener una buena conversación con su novio que apenas había despertado de su largo sueño.

Tal vez estuvo pensado demasiado en eso que no se percató que alguien lo estaba siguiendo.


FALSAS PROMESAS - leeon - KeonhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora