11

433 53 23
                                    


Nos conocimos ni bien entramos a la universidad.
Solo fueron unos meses de amistad antes de que Keon se me declarara en el autobús con el cuál volvíamos a nuestras casas.

Nos casamos antes de completar nuestros estudios, éramos demasiado apurados en esa época.

Al terminar nuestra carrera, nos mudamos a un pequeño apartamento cerca de nuestros trabajos.

Después de un año pudimos comprarnos un departamento más grande, en el cuál teníamos planeado formar una familia.

Jamás hubieron problemas, ambos nos las arreglamos para superar cada obstáculo, nunca dejamos de ser atentos, siempre nos dábamos afectos de cariño, todo era perfecto.

Hasta que tuve que arruinar nuestra matrimonio de la noche a la mañana.

Después de aquella noche empezaron las mentiras.

No fui aquella vez a dormir a la casa de mi hermano, tuve sexo con su novio.

No salía a juntarme con familiares o  amigos, iba a citas semanales con Geonhak.

No estaba enfermo, solo que no tenía más excusas para faltar a nuestras reuniones de los viernes.

Todo, todo fue un engaño en estos últimos meses.
Mis sonrisas, nuestros besos, abrazos y hasta tener relaciones, fue afecto que tuve que actuar para que no te dieras cuenta que ya no paraba en casa.

Me arrepentí demasiado tarde.

Tal vez fueron las emociones de aquellos días que hizo desconcentrarme en la única relación que debía tener, hizo que me olvidara que a la única persona que he amado hasta el punto de morir era Lee Keonhee.

No sé cómo arreglar la estupidez que hice, mi esposo ya no quería estar conmigo, él tal vez aún me quiera pero sé que se alejará de mí ni bien tenga la oportunidad de hacerlo.



Volví a despertar solo, no había nadie a mi lado que me diga buenos días, que deje un beso en mi mejilla, que me quite los cabellos que cubrían mi rostro.

Otra mañana en la que me daba cuenta que lo nuestro se quedará como vagos recuerdos que alguna vez existieron.

Desde hace dos semanas que Keon deja una nota sobre el velador junto con mi desayuno.

Mayormente solo dice que coma lo que preparó aunque esté deprimido, que me quede en cama y que él saldría a trabajar.

Pero esta vez, no hubo ninguna carta solo mi desayuno.

Mi gran temor que me carcomía desde hace mucho, se volvió realidad al no encontrar a nadie en el departamento.

Hoy es domingo, era imposible que haya ido al trabajo un fin de semana.

No sé en qué estaba pensando al salir corriendo sin agarrar mi teléfono ni las llaves del apartamento.

Tampoco sé porque en mi cabeza fue buena idea bajar por las escaleras cuando habían dos ascensores en el edificio.

Y si acostarme con Leedo había sido lo peor que había hecho en mi vida, bajar por estás malditas escaleras fue mi segundo gran error.

Caí de catorce escalones hasta tocar el suelo haciendo aún mayor el dolor en mi pierna derecha.

Sé que algo me había roto, estaba totalmente seguro después de escuchar algo crujir.

Como pude, quise pararme para seguir bajando, tan solo me faltaban unos tres pisos más.

Agarré con mis dos manos la baranda que estaba pegada a la pared, y traté de enderezar mi espalda, respiré profundamente mientras levantaba mi pierna para que no tocara el piso, sé que esto iba a doler.












(...)








No recordaba si le había dejado una nota o no.

En todo el camino de regreso a casa me preguntaba si se habrá asustado o no sé habrá dado cuenta.

Era mejor pensar en que si le había dejado un mensaje de que iba a salir a comprar el almuerzo para la tarde.

Hoy los ascensores estaban muy ocupados así que por ahorrarme unos minutos, terminé usando las escaleras.

Si antes no creía en el destino, creo que empezaré a hacerlo.

Al subir al segundo piso, vi a Seoho totalmente agitando sentado en uno de los escalones mientras sobaba su pierna derecha.

Su condición no se veía nada bien.

Dejé las bolsas con las compras a un lado y me acerqué a auxiliarlo.

Lo cargué en mi espalda y bajé hasta el primer piso lo más rápido y seguro posible.

Sentir sus brazos rodear mi cuello, hizo que dejara de pensar en todo lo malo que él pudo haberme hecho.

¿Estaría bien sí lo perdonara?



FALSAS PROMESAS - leeon - KeonhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora