FALSAS PROMESAS - leeon - Keonho

10

Al llegar dejé a Seoho en nuestra cama y tapé su cuerpo con una sábana.

No iba a dormir con él, no esta noche.

-No te vayas Hee..- agarró mi mano antes de que diera la vuelta para salir del cuarto.

Tendría que hacer caso a todo lo que diga hasta que se recupere, aún estaba deprimido y yo no era tan frívolo cómo para pedir nuestro divorcio sabiendo el estado en el que está Seoho.

Me senté al otro la de la cama y empecé a acariciar su lindo cabello.

Era tan precioso al dormir que parecía un ángel.

No podía creer que seguía enamorado de él después de seis aniversarios como pareja y cuatro como casados.

(...)

Después de todo el ajetreo que hubo en la tarde, olvidé mi principal problema que terminé en mi departamento y no en el hotel dónde estaban mis pertenencias.

Recién me di cuenta cuándo vi a Geonhak hecho un desastre que se quedó parado viéndome tal vez pensando que estaba alucinando.

-Dong..- se acercó mientras soltaba las botellas de licor que anteriormente sujetaba con ambas manos.

Por suerte ninguna de las cuatro botellas de vidrio se rompieron.

Reaccioné muy tarde, él ya estaba tomando mi antebrazo mientras me llevaba a nuestra habitación.

Sé que él no iba hacerme nada malo, ni menos algo pervertido.

Lo conozco desde hace tiempo y jamás fue así.

Para ser exactos, fue hace tres años en un paradero de autobús.

Yo iba a cruzar la pista cuándo sentí que alguien me jaló haciendo que cayera al suelo y que no me atropelle un auto que iba a gran velocidad.

Antes de agradecerle, me dí cuenta que él estaba totalmente ebrio pero con una cara seria camuflando casi a la perfección que él estaba en ese estado.

Hak me preguntó si estaba bien o si me había hecho daño, su expresión era bastante preocupada y poco a poco fue bajando su ebriedad cuándo nos quedamos conversando en aquel paradero.

Meses después él me contó que ese mismo día, una chica había cortado con él a través de una llamada.

Pero que en ese momento dejó de lado su mal momento para ayudarme y si no fuera por Geon, yo ya no estaría en este mundo.

Pero, si al final acabaría igual que cómo empezó.

Hizo que me sentara delante de él para finalmente abrazarme por la espalda.

Podía escuchar su larga respiración mientras apegaba su rostro a mi cabello.

¿Por qué dejamos de hacer esto?

¿Por qué volvimos a hacerlo sabiendo que lo nuestro ya no existía?

¿Por qué estos sentimientos por él se siguen agrandado?

Tantas preguntas vagaban por mi mente que me terminé durmiendo en los brazos de Hak.

Tendría que borrar esa costumbre de mi cabeza.