16

329 49 11
                                    

La única forma por la que podía irme era pasando por el mismo lugar en donde se encontraba Geonhak.

Era sencillo, solo caminar sin verlo e ignorarlo.

Di media vuelta y caminé a paso apresurado con la mirada hacia la pared derecha esquivando a Leedo.

-¿Podemos hablar?-

¡¿Era necesario sostener mi antebrazo para detenerme?!

-Suéltame- usé un tono frío esperando a que me hiciera caso.

-Tan solo quiero que..-

-¡¿Acaso no entendiste lo que te dije ese día!? ¡No quiero que vuelvas a hablarme!- en un solo movimiento quité su mano y volví a caminar con la intención de alejarme de él.

¿Por qué tenía que verlo? ¿Por qué hoy?

Al entrar al ascensor, estaba más ocupado en presionar como loco el botón que servía para que se cierren las puertas que me percaté muy tarde que alguien había entrado.

-¿Ahora tu intención es malograr mi día?-

Tenía que ser grosero, era la forma más rápida de distanciarse de una persona.
O al menos eso leí en internet.

-Déjame explicarte-

-¿Explicar? ¡¿Explicar que?! ¿¡Que no pudiste resistirte a salir con más de una persona!? ¡¿Que estabas aburrido?! ¡Haber, dime otra excusa!-

¿En qué momento tomé el cuello de su camisa?
¿Por qué estaba tan cerca de él?

No sé cuánto tiempo había pasado pero las puertas del ascensor se abrieron y ni bien escuché que las voces de las personas que estaban detrás mío se apagaron, solté a Geonhak y me separé de él saliendo del ascensor.

Jamás había sentido tanta vergüenza y menos ahora que no había hecho nada.

Odio que Geonhak me ponga de esta manera.

-¡Dongju!-

Sentí sus brazos rodear mi cintura para después hacerme retroceder unos tres o cuatro pasos.

-¡¿Estás bien?!-

Recién cuando me preguntó eso, vi que casi me atropellaba un auto.

Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no lo noté.

-Sí, Geon-

No pasó mucho para que el conductor de aquel auto saliera de este bastante molesto.

-¡Fijate por donde andas! ¡Casi te mato idio..-

Antes de que termine de gritar, Geon lo golpeó en el rostro,tan fuerte fue su golpe que dejó al señor tan mareado que no podía pararse bien.

-Corre-

Fue lo último que escuché antes de que me tomara de la mano para huir de la escena llendo en sentido contrario de donde estaba el Señor.

-Geon, ¿a dónde vamos?- Pregunté sin dejar de correr a su lado.

-Lejos de ese tipo-

La sonrisa que me regaló fue una de las más hermosas que había visto en todos los años que habíamos estado juntos.

Es estúpido pensarlo pero, no puedo dejar de amarlo.

Porque cada vez que lo intento, termina pasando algo parecido a esto y...
Me doy cuenta que sin él yo no sería nada.

-Geon, tengo que volver a mi departamento- Dejé de caminar haciendo que Hak se fijara en mí.

-¿En serio?-

Asentí a la vez que dejé de tomar su mano. Me dolía hacerlo pero eso iba a ser mejor para mi hijo.
No quiero que viva en un ambiente tóxico o soportando discusiones diarias que de seguro tendría con Leedo.

-¿Te puedo llevar?-

-No es necesario. Además, gracias por ayudarme- sonreí levemente para después cambiar de rumbo.

-¡¿Al menos podemos ser amigos?!-
Escuché a lo lejos la pregunta de Geon.

-¡Tal vez en un futuro!- alcé mi brazo y agité mi mano hacia los lados en forma de despedida sin voltear a verlo.
Tendría ganas de abrazarlo si lo hiciera.

FALSAS PROMESAS - leeon - KeonhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora