FALSAS PROMESAS - leeon - Keonho

19

Aún con la duda de por qué acepté, llegué hasta el lugar acordado y vi de lejos a Geonhak con una sonrisa mientras agitaba la mano como muestra de saludo.
Me acerqué y lo saludé para que después entremos juntos al centro médico.

–Es por este pasillo– señaló antes de caminar por ese espacio.

El ambiente era más tranquilo de lo que esperaba, tal vez porque no había entrado a uno de estos sitios en mi vida.

Me detuve después de que Hak lo hiciera delante de una puerta, este tocó dos veces esperando a que alguien le respondiera desde adentro. Cuando eso pasó, el alto abrió la puerta y se hizo a un lado para que yo entre primero.

Buenas tardes. Fue lo que dijo la señora que estaba sentada detrás de un escritorio blanco a la vez que dejaba de anotar algo en una libreta.
Ella alzó la mirada y con una sonrisa me señaló uno de los asientos que estaban al frente de su escritorio.

Silenciosamente me senté ahí y a continuación la mujer saludó a Geonhak para que finalmente se sentara al lado mío.

–¿Seguro se preguntará por qué está aquí, verdad?– Siguió sonriéndome.

–Sí...–

Podía aparentar estar tranquilo al lado de Hak pero si fuera por mí, no estaría con él en una habitación junto a una mujer extraña.

¿Bastaría con responder sus preguntas para irme, no?

–Entonces empezaré explicando las razones por las que debería venir aquí por un mes o más ya que depende del tipo de daño y de la persona–

¡¿Un mes?! ¡¿Un mes al lado de ese idiota?!

–Disculpe, ¿pero el tiempo lo podría acortar? Es que tengo que trabajar y...–

–Sí de verdad es por eso, entonces serían dos cesiones por semana y duraría más tiempo que con las normales–

–Pe..pero–

¡El problema es que no quiero ver a Geonhak por tanto tiempo!

–Necesita hacer esto para poder perdonarlo y así continuar con su rela..–

–¡¿De qué está hablado?! ¡Yo no pretendo volver a estar con él! ¡Y es mi problema si lo perdono o no!– me levanté y salí dejando la puerta a medio cerrar para no perder el tiempo en irme y tal vez no volver a toparme con Geonhak por un tiempo.

Había conseguido un buen empleo y también un departamento bastante lejos de aquí.
Era perfecto para no tener esas estúpidas coincidencias que siempre me dan...

Náuseas.

¡Por qué justo ahora! ¡No podías esperarte hasta llegar a casa!

Sentía como ese líquido amargo ya estaba llegando a mi boca, tenía que encontrar un baño urgente.

Me importó poco que Hak estaba acercándose a mí mientras gritaba mi nombre, solo busqué con la mirada hasta que encontré un milagroso baño que estaba cerca de mí.

Sin pensarlo, corrí y abrí la puerta de golpe asustando a la escasa gente que estaba en los lavabos, entré a uno de los cubículos y solo con agacharme un poco, todo mi almuerzo y tal vez desayuno, acabó en el inodoro de aquel centro médico.

Mi garganta ardía por el esfuerzo involuntario de las arcadas que había hecho, además que ese sabor asqueroso perduraba en mi boca.