–¿Q... Qué? –Tartamudeo Sophia.
Antes de Ari pudiera responderle algo, Michael se adelantó.
–¿Por qué estás contándole esto? Ella ya debería saberlo.
–¿So... Soy hija de dos ángeles? Santa mierda. –Sophia se tapó la boca con las manos y dijo con voz ahogada– Uh... Lo siento, supongo que no debo decir la palabra santa al lado de... Pues, mierda.
Ari la miro con ojos sonrientes.
–Mejor no digas mierda y ya. –Dijo feliz.
–Ari... -Hablo Michael delicadamente– ¿Qué está pasando?
~~~
Sophia torció el gesto cuando escuchó un grito por parte de su papá, sus nervios se agitaron más.
Abrió la puerta de golpe.
–No le grites a mamá. –Dijo mientras se hacía al frente de Ari.
Michael miro a su hija y su ceño fruncido de suavizó, en su boca una mueca parecida a una sonrisa, apareció.
–Lo siento pequeña, lo siento amor, no quise gritarte. Es solo que... Si podemos saber dónde y cuando me matan...
–No podemos, Sophia no lo sabe con certeza –Interrumpió Ari un poco molesta, no sabia exactamente porqué pero sentía que estaba mal saber cuando moría Michael y tratar de evitarlo–. Mira, solo se que está mal.
Un sonido que pareció un gruñido salió de la garganta de Michael.
–Esta bien –Alzó las manos en señal de redención, aun así Ari no quedó totalmente tranquila, conocía suficiente al amor de su vida, como para creer que iba a quedarse atrás tan fácilmente.
–¿Cómo se conocieron ustedes? –Preguntó Sophia luego de un rato.
Ambos padres se miraron y el amor brillo en sus ojos.
–Pues... –Empezó Michael.
–Podrías intentar verlo tu misma. –Dijo Ari.
–¿Cómo?
Ari se levantó de la cama y revoleteo de un lado al otro buscando cosas.
Sophia volteó a mirar a su papá; él estaba siguiendo con la mirada a Ari, tenía una pequeña sonrisa y sus ojos brillaban.
La furia que empezó a sentir cuando lo escucho gritándola, empezó a disminuir en Sophia, cuando lo vio mirándola desbordado de amor.
–Bien. Lo encontré –Ari se devolvió y los miro a ambos–. Denme sus manos.
–¿Mamá... Qué vamos a hacer?
–Shh, relajate. –Respondió Ari.
Sophia tuvo un deja vu y se acordó de Cameron, parecían años desde la última ves que lo había visto.
Un pinchazo de dolor la saco de sus pensamientos.
–Auch.
–Unan los dedos. –Murmuró Ari.
–Espera, ¿Qué? –Interrumpió Sophia– No creo que deberíamos hacer eso, los juramentos de sangre no son lo mío.
Ari lanzó una carcajada.
–Y que bueno que no lo son, son muy peligrosos e irrompibles. Pero no vamos a hacer ningún juramento, solo vamos a mezclar unas gotas, eso ayudara a que entremos en mi cabeza.
–¿Qué? ¿Cómo vamos a entrar a tu cabeza? –Dijo Sophia un poco histérica.
Michael rio por lo bajo. Se dejó pinchar el dedo y dejo caer una gotas en un recipiente que sostenía Ari.
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Cierra los ojos.
ParanormalHay personas que ven cosas que otros no vemos, cosas aterradoras, cosas que nadie quisiera ver. Una de esas personas es Sophia, pero ella no lo sabe. Acaban de romperle el corazón, hace un viaje improvisado, ahí es cuando su vida cambia. Descubr...