Cierra los ojos.

Hija.

Ari miro de arriba abajo a la jovencita, su mano seguía en su barriga.

–¿Mamá...? ¿Qué? ¿Quien eres? –Preguntó Ari confundida.

Sophia esperaba que Ari la reconociera, soltó todo el aire en un suspiro cansado.

–Me llamo Sophia.

–Hola Sophia, tú no estas muerta, ¿Qué haces aquí?

–Yo... No estoy segura. Estaba en la biblioteca con un chico que dice que es lo mismo que yo, pero que no me puede decir –Empezo a hablar más rápido y a moverse de lado a lado–, entonces me dijo que me relajara, lo hice, luego aparecí en... La nada, y luego apareció un control, y vi toda mi vida pero de para atrás. Vi a mi tía Carol, vi a mi ex novio y luego llegue al parto y ahí estabas tu, y... Y luego te moriste y llegue acá y ya.

Respiró pesadamente y volvió a quedarse quieta.

Ari abrió los ojos y movió en círculos la mano en su barriga.

–A... Así que tu eres ella –Señaló a su estomago–. Espera, así que es una ella. Agh quería esperar hasta el parto... Pero ahora sé que voy a morir.

–Lo siento. –Susurro Sophia apenada.

Ari volvió a mirarla y sonrió, se acercó a su hija y le dio un incómodo abrazo pero en un momento, ambas se acomodaron y Sophia puso su cabeza en el hombro de ella.

Ari se separó y limpio las lágrimas de la cara de Sophia.

–Tus ojos... Lo había escuchado pero nunca lo había visto.

–¿Ah?

–¿No sabes nada de eso? ¿Qué ha estado haciendo tu papá desde que morí? Consentirte como si fueras su muñeca personal, supongo.

Sophia miro a su joven mamá, si no tuviera los ojos llorosos, se hubieran llenado de lágrimas en ese momento.

Ari entendió porque su hija no respondía.

–No... No. ¿Está... Muerto? ¡No!

Los ojos de Ari empezaron a dejar caer pesadas lágrimas y se aferró a Sophia, mientras sollozaba en su hombro.

Carol escucho el grito de su hermana y subió las escaleras corriendo, la encontró en el mismo lugar... Abrazando a la nada.

–¿Ari...?

Sophia lloro silenciosamente y paso sus manos de arriba abajo en la espalda de Ari.

Carol corrió hacía su hermana y la abrazó por detrás.

–¿Qué pasa cariño? Calma, todo va a estar bien.

Sophia miro a su tía, le había dicho cosas parecidas cuando estaba triste.

Ari lloro un poco más hasta que se separó y abrazó a su hermana.

–Estoy bien, no pasa nada, no puedo contarte ahora...

–Sí pasa algo, tu nunca lloras... No, no, no, me dices ahora.

Sophia lanzó una risita al ver como regañaban a su mamá.

Ari se volteó con una sonrisa tierna.

–Bien, va ser niña.

–¿Llorabas así por eso? No sabia que tenias tantas ganas de un niño...

Sophia y Ari lanzaron una carcajada.

–No, no. ¿Te acuerdas que te dije que yo soy algo... Especial?

Carol asintió y entrecerro los ojos.

–Bien, pues mi hija, lo será también. Y acaba de decirme que... Michael va a morir.