
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°×°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
••••••••••••••••••••••••••
•••••••••••••••••••••
••••••••••••••••
••••••••••••
•••••••••
••••••
•••
•
•••
••••••
•••••••••
••••••••••••
••••••••••••••••
•••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••••••
×
×
×
×
NO PODÍA, ME VOY A QUEDAR TODO EL DÍA AQUÍ SIN QUE NADIE ME MOLESTE o bueno excepto mi madre que estaba haciendo un ruidaje en la cocina. Ya quería que se fuera a Japón de nuevo, ella no me soporta y ni yo a ella.
—¿No irás a la escuela? —preguntó mi madre viéndome tirada en el sofa.
—No, me siento mal.
—Esta bien, me voy —tomó su bolso. —No me esperes despierta.
—Como si lo fuera hacer—murmure apenas salió del departamento.
Realmente no me sentía mal, solo no quería verle la cara a SeoJun, no después de correr como loca para alejarme de él. Tomé mi celular viendo que entraba una llamada de Jugyeong.
—Hola...?—contesté.
—YangMi, pasó por ti en diez minutos —habló —Espero que estés cambiada o te sacare como estés.
Voltee a ver a mi pijama que consistía en un pantalón con dibujos de tigres y mi sudadera negra.
—Ajá, si. Como si pudieras —me burle dejándome caer de espaldas.
—Yo te lo advertí. —me colgó.
No me moví en esos diez minutos. Sabía que no sería capas de sacarme así del departamento. Me pare para abrir la puerta que estaba siendo tocada y apenas la abrí Jugyeong se me lanzó junto a su hermana mayor HeeKyung.
—¡Llévala al auto! —gritó Jugyeong dejando a su hermana me cargará en su hombro.
—¿¡Qué creen que hacen!? —pregunte al tener el trasero de HeeKyung en mi cara—¡No se atrevan hacerlo!
—Ups, ya me atreví —respondió saliendo de mi departamento con dos bolsas mi mochila y otra no se porque.
HeeKyung unnie me dejó en el asiento trasero y me dejó mis pantuflas a mi lado, me iba a escapar pero puso el seguro para niños. Las dos hermanas se subieron enfrente y prendieron el carro.
—Espero estés cómoda, Minnie —habló Unnie mientras Conducía.
—Oh, no sabes cuanto —dije sarcástica —Jugy, por favor. No me lleves así.
—Yo te lo advertí—me dio una sonrisa.
Quería que el viaje a la escuela fuera largo pero llegamos rápido, las dos hermanas se bajaron y abrieron mi puerta, al ver que no quería salir del auto empezaron a jalar mis pies.
