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ME ENCONTRABA PARADA EN MEDIO DE UNA PLAZA BALANCEANDOME HACIA delante y atrás, habíamos quedado, o mejor dicho yo le pedí, que nos viéramos en un lugar específico, por lo que ahora me encontraba esperando a Han SeoJun.
Estaba nerviosa, tenía miedo que no viniera y yo quedara como una estúpida dando vueltas, antes de que tuviera una ataque de nervios, un girasol se posó delante mío.
—Perdón, por tardar—murmuró cercas de mi oído.
Tome la flor y me gire viendo como sonreía apenado.
—No te preocupes, lo importante es de que llegaste —le di una media sonrisa.
Carajo, donde había quedado la difícil Lee YangMi que rechazaba a SeoJun a toda costa.
—¿Tienes hambre? —preguntó metiendo sus manos en su bolsillo.
—No ya comí... —justo dije eso mi estómago gruñó haciendo que SeoJun riera.
—Si, claro. Vamos —agarro mi mano jalando la.
Quise quitar su mano pero para que no me soltara en un rápido movimiento, entre lazo nuestros dedos.
—Yah~ ¿Qué crees que haces? —mi voz había salido un poco temblorosa.
—¿Yo? Solo te llevo a un restaurante para que tranquilice a tú estómago —me guiño el ojo.
—Pero que... —iba a quejarme pero no lo logre apenas entramos a un local y calle al ver como las personas volteaba a vernos.
Al parecer SeoJun venía mucho por aquí, ya que saludaba a todos las personas que ayudaban allí. Me llevó a una mesa que estaba en la esquina y nos sentamos en ella.
—¿Qué te parece? —preguntó con una sonrisa.
—¿Qué cosa?
—El lugar...
Observe un poco más el lugar viendo cada detalle para poder darle una respuesta.
—Umm... Me gusta, es muy acogedor y me encanta esa decoración que hay en esa pared. ¿Qué es? —pregunte pero antes de que respondiera otra voz lo hizo.
—Es el muro de famosos —se acercó una señora con una libreta —Cada que viene un famoso a este lugar, se toma una foto con la dueña de este local para luego autografiarla y la cuelga ahí.
—Oh, han venido muchos —dije sorprendida.
—Así es, es el restaurante de los idols, por ser un tanto escondido. —sonrió guiñando el ojo—¿Qué ordenarán?
Después de ordenar nuestra comida, se fue la señora y nos quedamos en un silencio, por lo que yo seguí viendo la pared con las fotos colgadas. Paso un rato cuando apenas llego la comida.
—Buen provecho.
—Gracias.... ¡Wow! Se ve delicioso. —tome un par de palillos viendo la comida con una sonrisa grande.
