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Cuando les dije que había hecho muchas estupideces en mi vida ...Ésta es una de ellas.

—!Maldición! Siempre me haces decir estupideces que no quiero Violet.

Sentí sus brazos fuertes abrazándome desde atrás. El apoyó su barbilla en mi hombro, el aroma a cigarrillo y alcohol inundó mi nariz.

— Lo siento Violet... de verdad.
Más lágrimas rodaron por mis mejillas— Sólo vamos a  casa, ha sido una noche larga. No quise decir todas esas estupideces.

No le respondí ¿Por qué tenía que actuar de esa manera?.

Una vez llegamos, se volteó y se agachó ofreciéndome su espalda, mientras lo miré extrañada— ¿Qué estás haciendo?

Me dedica una de sus sonrisas — Ayudándote.

Sin pensarlo me subo a su espalda sin ningún problema. Descanso mi cabeza sobre sobre su hombro y respiro el olor de su colonia mientras subimos las escaleras, no hace falta decir que mis pies dolían.

A los pocos minutos escuchamos un portazo mientras los chicos entraban y Ethan maldecía con todas las palabrotras que se conocía.

Nathaniel cerró la puerta detrás de mi mientras apagaba su teléfono que no dejaba de sonar. Se empezó a desvestir, quitándose la camisa y dejando ver sus hermosos abdominales, sus piernas tonificadas y marcadas para así dejarse solo los bóxers y a mi sin el más mínimo aliento.

— ¿Ya viste lo suficiente?— Dice con una sonrisa de satisfacción.

— No es nada que no haya visto antes— Le digo mientras finjo indiferencia.

Nathaniel se sentó en una pequeña butaca color azul poniendo sus mano entrelazadas detrás de su cabeza haciendo marcar más sus abdominales. Me miraba con tanta intensidad que por uno Segundo sentí que mi corazón se detenía. No pude evitar recordar lo que paso en el salón de clases.

Bajó los brazos de su cabeza y se levantó de la butaca casi como mecánicamente. Me cargó hasta el Baño donde empezó a llenar la bañera, mientras yo por alguna razón me quedo hipnotizada dejando que haga lo que le de la gana conmigo.

Sentada al borde, empieza quitándome los zapatos, sube sus dedos lentamente hasta llegar a mis rodillas claramente raspadas.

— ¿Te duele mucho?.

— No mas que mi orgullo, debo confesar.

Sin quitarme los ojos de encima me sube los brazos para dejar caer el vestido y me deposita lentamente en la bañera, no puedo evitar una mueca de dolor al sentir el contacto del agua caliente con mis piernas.

— ¿Por qué te comportas así conmigo?

Me estaba volviendo loca, un día me trataba como si fuera su mundo y al siguiente volvía a ser el capuyo engreído que más odiaba.

Nathaniel hace una mueca mientras se queda pensado— Puede que sea por qué Ethan me mate mañana y este sea mi último acto de buena voluntad.

— Bueno si es tu último día no haberlo perdido conmigo ¿no?

— ¿Y perderme la última oportunidad de pelear contigo?— Se mete en la bañera haciendo que se derrame un poco del agua mientras acerca su cara a la mía — Vamos Violet entierra el hacha de guerra.

Sin saber qué hace coge una bomba de baño de lavanda y la aplasta contra su brazo haciéndome soltar una carcajada.

— !Eso no es jabón! Las metes en el agua y así huele bien.

— ¡Y por qué debería de saber yo eso!

Nos reímos a carcajadas mientras Nathaniel me hala hacia el quedando a mi espalda abrazándome.

Violet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora