• 16•

7 2 0
                                    


Nathaniel

Sentí punzadas en mi cabeza como cuchillas, dolía tanto que si hubiera podido me la hubiera quitado. Mis recuerdos de la noche anterior se volvían cada vez más claros, maldije al tratar de pararme de la cama, el solo mirar hacia abajo hacia que doliera más y más.

Después de un ibuprofeno y dos coca-cola para el ratón vamos de camino a la ciudad, Violet se había ido, en la mañana después de un buen rato esperando que bajara a desayunar subí y no estaban sus cosas, sentí un dolor en mi estómago como si me hubieran dado un puñetazo.

Ayer todo terminó en un puto desastre.

De camino RM y Ethan están cantando the nights de Avvici a todo pulmón, si no fuera por este puto dolor de cabeza combinado con mi mal humor estuviera cantando con ellos. Por culpa de éste último aprovecho que estoy de copiloto para apagar la música.

— ¡Hey! Pero que cojones te pasa, que estés amargado no quiere decir que tenemos que estar de tu humor — Se queja RM volviendo a encender la música mientras yo me dispongo q coger un poco de aire así no tengo que mirarles en lo que queda de camino.

Al bajar la ventanilla el aire frío de la ciudad me golpea en el rostro y al contrario de molestarme lo agradezco — Me duele la puta cabeza y no, no estoy de humor.

— Pues haber hecho las mierdas bien —Ethan le hace un gesto con la cabeza a RM de que se calle mientras pasan las 4 horas más largas de mi vida.

Volví mi mirada al frente, viendo a la nada solo quería dejar mi mente en Blanco por unos segundos.

***
La semana transcurrió como siempre y me sorprendió verme a mi mismo buscando a Violet entre los pasillos, se había vuelto una rutina en mi día a día, eso y pasar las tardes jugando a la play para acabar en las noches bebiendo sin parar hasta no acordarme de cómo llegar hasta mi casa.

— Nathaniel... — Ethan me mira con cara de reproche mientras yo acerco el vaso a mis labios una vez más.

— Último y nos vamos — Le dije arrastrando un poco mis palabras.

— ¡Si, claro! eso dijiste con los dos vasos anteriores.

Tenía razón ¿pero por qué tenían que ponerse así? Sé que todos piensan que solo quiero emborracharme por Violet pero ¿por qué no disfrutar como antes? Prefiero divertirme que ir por los rincones lamentándome, ya eso se me daba muy bien cuando dormía.

— Mejor vete con los demás, hoy no te soy de ayuda.

— No — Me interrumpió Ethan enfadado — Vamos a tu habitación y después de eso yo me encargo de echar a la gen..

Ethan se corto en seco mientras yo me volteaba para seguirle la mirada hasta la ventana.

Ahí estaba Violet con un vestido negro frente a la puerta de su casa y se veía hermosa. Pero enseguida supe por qué Ethan se había callado, a su lado un chico rubio de gafas saliendo de su casa para montarse en un deportivo blanco.

Enseguida nos miramos en silencio mientras yo me devolvía en busca de la botella que había dejado junto al sofá, para luego ir detrás de la rubia de culo grande que me había estado coqueteando toda la noche, dejando a Ethan resignado detrás de mi.

Y  tampoco hizo falta decir más nada, si algo bueno tenia nuestra amistad es que sabíamos cuándo quedarnos callados incluso eran tantos los años de amistad que podíamos saber qué pensábamos sin tener que abrir la boca.

Al fin tengo a la rubia culo grande donde quería, la verdad no me costó mucho convencerla de subir a mi habitación.
Nos empezamos a besar y restregar nuestros cuerpos mientras nos íbamos quitando la ropa torpemente.

Violet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora