Violet

Prólogo

Mi vida amorosa siempre ha sido un desastre.

El primer chico que me gusto se llamaba Cris, recuerdo su sonrisa mostrando esos perfectos dientes, su cabello castaño y altura que lo hacia distinguir del resto.Tendría unos doce años en aquel entonces y me gustaba tanto que incluso me inscribí en la banda del cole para estar cerca de él, siempre lo dejaban después de clases por alguna travesura que a las maestras no les gustaba por supuesto.

Nunca dije nada y siempre lo saludaba con "normalidad" hasta que se iba dejándome con la sonrisa de tonta y las manos sudando. Ahora que lo pienso no puedo evitar reírme de aquello. Un día se me acerco para decirme que yo le gustaba y darme un beso en la mejilla enrojeciendo los dos por aquel gesto tonto y a la vez tan puro provocando que saliera corriendo dejándolo ahí de pie, mientras escuchaba latir mi corazón a mil por hora para después descubrir que ese había sido su último día en nuestro colegio.

Luego vino el señor X, llamémosle así por los momentos. Era unos años mayor que yo, me acuerdo lo ilusa y enamorada que me sentía en ese tiempo, nos conocimos por una amiga en común era el mejor amigo de su novio. Recuerdo sentir eso que llaman mariposas en el estómago y había aprendido con Cris que no debía dejar pasar las oportunidades. Así que me le declaré e incluso a mi corta edad lo quise como a nadie hasta que aprendí el segundo error, aprende a querer de a poco que eso no todos los valoran... Para los que se estén preguntando me terminó dejando por una chica que conoció en un viaje a la playa después de regalarme una pintura con el típico juntos por siempre.

El primero que fue formalmente mi "novio"se llamaba Logan, lo conocí en una fiesta y lo perseguía para todos lados como tonta y juraba que me comía el mundo. Debí aprender con el señor X, pero pensándolo ahora creo que soy masoquista. Un día en una fiesta lo encontré besándose con otra chica pero no me vieron, así que busque el primer chico guapo que encontré y lo bese delante de todo el mundo obviamente dando por terminada nuestra "relación". Yo fingía que no me importaba , pero siempre terminaba llorando sola en mi habitación.