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Violet

¿Qué si me gusta?.

- ¿Quieres?- No espero a que conteste y le meto dos galletas en la boca.

Pero las escupe- Violet contéstame.

Si, tengo que admitir que Nathaniel me gusta, no sirve de nada seguir fingiendo que no es así, ni siquiera cuando Logan me besaba me hacía sentir como el lo hace. El problema es que con Nathaniel Miller nada es seguro.

- ¿Te gusto o no? - Vuelve a decirme mientras aprieta mi cintura.

- Yo...yo... no quiero ser otro rollo de una noche.
- ¿Entonces que quieres ser Violet?- Pasó de estar juguetón a ponerse serio.

Alza su mano para cogerme por el cuello, mientas su nariz roza con la mía hasta llegar a mi mejilla. Solo se escucha el ruido de nuestras respiraciones en aquella cocina.

- ¿Que pasa si te digo que yo quiero gustarte?.

¿Es que acaso quiere que me dé un infarto?.

Di un gran suspiro y me arme de valor.

- ¿Y qué pasa si te digo que ya lo haces?.

Ambos acabamos con la corta distancia que separaba nuestros labios, a penas se rozaron al principio pero luego fue casi como si necesitara volver a sentir el sabor de esos labios rosa que tanto extrañaba. El se estremeció al rozar mis labios en su cuello, succionando un poco más fuerte hasta conseguir una marca roja...

- ¡Hijo dónde estás, mira lo que te...!

Lo aparte de un empujón y salte de la encimera como puede.

El señor Miller acababa de entrar en la cocina con varias bolsas - Perdona, no sabía que seguían estudiando.

Ésto sí que era un verdadero trágame tierra, digno de las revistas que leía.

Era una versión más adulta y madura de Nathaniel.

- !No! La verdad ya me iba, un placer señor Miller. Gracias por las galletas.

Me fui lo más rápido pude hasta mi casa.

***

Viernes

Llegaba de correr y al meter la llave y abrir la puerta me tope con varias voces en el recibidor. Me pareció extraño ya que no esperábamos visitas ese día.

Me dirigí hasta ahí y me tope con la señora Diana y con Victor sentado a su lado.

Otra vez.

— Buenas tardes — Me saludan y veo a mi madre detrás de ellos.

— Buenas tardes, si me disculpan iré a mi habitación, estoy algo cansada— No tenía ánimos de discutir con ninguno.

Pero claro mi madre no me dejaría.

— Eres joven y ya descansarás, ahora cámbiate que en unos minutos iremos a recoger las cosas que faltan para tu fiesta de cumpleaños — Me da una sonrisa que viene acompañada de una advertencia.

— ¿De veras hace falta que vaya?.

— ¡Claro que si! Es este domingo!... a veces no sé dónde tiene la cabeza ésta niña.

Voy a mi habitación y me cambio de ropa, al bajar  las escaleras Victor está esperándome y yo le ruedo los ojos.

— ¡A mi también me alegra verte!.

— ¿Nadie te ha dicho que eres muy molesto?.

— La verdad es que no, normalmente todos suelen adorarme, todos menos tú claro está.

— ¿ Todos? Victor, si tú madre te lo dice no cuenta.

— !Ja-ja! Muy graciosa.

Una vez el en carro, mi madre estaba en los asientos de atrás retocando sus labios. Por lo menos no tenemos que ir en el mismo que los Allen.

— Escúchame bien Violet Alexandra, déjate de tonterías y de ahora en adelante no vuelvas a hablarle mal a Victor. Así que compórtate como una buena hija el día de hoy.

— ¡Así que resultó ser un chivato!.

Ya verá en lo que me baje del carro.

— No hace falta que me diga nada, eres mi hija y te conozco. A demás el si te conviene.

— ¿A que viene eso mamá?— sabía que sus palabras no eran por casualidad.

— Te he visto con el hijo de los Miller, son una de las familias más adineradas lo reconozco, pero me han llegado rumores de que siempre se mete en problemas y que se la pasa de fiesta.

— !Claro y Victor si, por qué da la casualidad de que es el hijo del socio mayoritario de mi padre!.... Que conveniente.

— Bueno eso es un plus, no lo niego pero a qué él no te ha hecho llorar.

Como me gustaría tener una espada en estos momentos para hacerme un harakiri.

— ¿No te basta con que haga esa ridícula fiesta? Por qué si me conocieras un poco sabrías que no la quiero. Yo solo quería algo pequeño.

— !Tonterías siempre se ha hecho! Y ahora de repente este año cambias de parecer, sabía que no deberías haber vuelto. No sabes lo que me alegré cuando quisiste irte a aquel internado.

— Y siempre me negué. Lo normal es querer estar con tú hija...desde pequeña los recuerdos que tengo son con Tini mientras ustedes se la pasaban viajando, incluso hasta asistía a las reuniones de padres por ustedes.

— No seas dramática, todo lo que tenemos es gracias a esos viajes, si hoy en día nuestro bufete de abogados es uno de los mejores es gracias a los sacrificios que hicimos, incluyéndote.

— No tiene sentido hablar contigo — Gire mi cara para mirar el resto del camino por la ventana.

Llegamos al lugar y bajamos, no hace falta decir que estaba molesta la mayor parte del tiempo que estuvimos comprando, hasta que me llegó un mensaje.

— ¿Que hace mi monstruo come galletas?

Un solo mensaje suyo, hace que mi día mejore.

— ¿Monstruo come galletas? Que original...

— Puedo llamarte elmo si quieres🤣

— solo te diré, Madre, compras, fiesta.

— ¡Qué horror! ¿Quieres que te salve?

— 🙄... ¿Vendrás a mi fiesta?.

— ¿Qué fiesta?.....es broma. Por cierto mueve tu hermoso culo hasta aquí, ya se me ha ido tú olor de la almohada.

— 🤭 media hora y estoy ahí.

Por fin viene la fiesta 🥳 ¿que creen que pasará?.👀

Violet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora