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JENNIE MARIE JANE MCKLEIN
- ...Tan ridículamente hermoso para cualquier mortal como nosotros. – sus ojos se abrieron buscando la aprobación de mi asistente Park. El ambiente era tenso, aquel chico sabía que se ha metido quizás a la cueva del lobo, pero solo lo dejaría pasar porque parece muy cercano a ella.
Además, tenia presente que este lugar no era en sí mi habitar natural, estaba en clara desventaja como para adelantar cualquier movimiento o comentario. Lo mejor era callar.
– Taehyung, ¿Dónde está mi maldito café? . – el chico nombrado volteo hacia el pasillo.
Mi piel se herizó al reconocer de manera instantánea aquella potente voz, quizás no recuerde mucho de aquella noche. Pero sin duda, su voz es algo que siempre estaría presente, imposible de borrar.
– Mucho gusto. – me limité a ser educada para extenderle la mano al chico. Y mirar un poco más allá de su hombro. Tenia la ligera esperanza de encontrarlo. Sin embargo, parecía que no pudiese creer en mi, o básicamente en todo lo que he montado.
–Park Jimin. – se presentó y sostuvo con fuerza mi palma.
– Eres la diseñadora, ¿cierto?. – ¿estaba hablando enserio? Su fallido intento de sonar despreocupado y fuera de importancia me hacia querer reír.
– ¿Eres miembro de la banda de convictos?. – levanté la ceja, clara señal de reto. – ¿Cierto? – recalcando esta ultima interrogante. Y usando la misma estrategia que él. Su mirada se abrió y parecía un tanto divertido.
– Touché, su majestad. – nuestras manos se movieron sellando la ligera huelga.
– No quiero que esto suene mal, pero ¿Qué hacen aquí?. – Rosanne se encogió de hombros para mirarme fugazmente y hablar.
– La señorita Jane quiere hablar con Julien. - como si no pudiese lucir más descolocado. Había tantas preguntas que sus ojos me proyectaban.
