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JENNIE MARIE JANE MCKLEIN
El sonido del aparato junto a mí me hizo recobrar mis sentidos, no sabía exactamente donde estaba o si todo lo que recuerdo ha sido un precioso sueño. Cosa que inmediatamente me alertó y me hizo recobrar el sentido aun con el dolor leve de estómago, brazo y cabeza. ¿Dónde estoy? Por las características intuía que un hospital.
Eso no importaba ahora porque quería cerciorarme del hecho de NamJoon confesarme sus sentimientos. Mi cuerpo empezó a sentirse ansioso pero se tranquilizó una vez que escuché la puerta corrediza abrirse y mirar al hombre que vestía completamente de negro.
– Veo que has despertado. – lleva entre sus manos un vaso caliente.
– Yo... -
El día más importante entre ambos había terminado de esta manera. Vaya forma en que lo he arruinado.
– Te desmayaste en el parque así que te he traído a un hospital. Los médicos dicen que tienes principios de anemia y te han conectado un suero vitaminado para tu recuperación. No es nada severo pero espero entiendas que no puedes seguir así. – me sentí como una estúpida niña siendo regañada.
Pero igual, la sensación era genial al ver el rostro tan bonito del hombre que ha tomado asiento junto a mí.
Puedo ver su genuina preocupación.
– ¿Has esperado todo este tiempo? – el asintió sin importancia.
– No podía dejarte sola en este lugar. –
– Eres un romántico. – quise conectar nuestras manos. Ahora podía hacer todo lo que yo quisiera sin cohibirme. Toda ha sido real.
– Mi novio está cuidándome – canto cual niña pequeña pero me detengo al sentir como aleja su mano de la mia.
– ¿Novio? – ahora fui yo la que detuve mi alegría y le miré nerviosa. ¿No éramos novios?.
– Creí que... - de repente me sentí timida por su mirada.
– Bueno ya sabes. – tragué. – Después de todo lo que me dijiste yo supuse que ya habíamos dado ese paso, pero si no es así entonces olvídalo y ya vete porque estoy muriendo de vergüenza y yo no puedo moverme. –
Largos minutos hasta que su risa estalló en la habitación.
– Deberías haber visto tu cara. – se burló. – Está bien, somos novios, pero claramente esta no es la forma de acordarlo. Ya pensaré en alguna mierda cursi porque estoy seguro de que así no es como se hace saber. – sonreí entre molesta y alegre.
Julien realmente es un caso. Mi caso.
Después de largas horas en el hospital ambos aprovechamos en hablar y tratar de ponernos al día desde los últimos meses que conversamos. – La fotos salieron excelentes, estoy segura que serán un éxito. Salieron muy guapos. – bebí la cucharada de sopa que Julien me ofrecía. Habian traído la comida y como buena estratega fingí que me dolía el brazo por el suero que aun era insertado a mi cuerpo.
