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JENNIE MARIE JANE MCKLEIN
Nadie ha forzado nada, y por un momento agradecí que mi padre se tomara un par de semanas más para ese evento que no me deja dormir con elegancia. No dejo de pensar la mejor forma de decirlo pero como todo plazo, finalmente ha llegado el momento de la verdad y dentro de tres semanas mi padre me ha hecho saber que es una reunión definitiva.
Las cosas con mi amado príncipe van de maravilla, hemos convivido más llegando a conocernos lo suficiente como para que esté esperándolo fuera del gimnasio con una botella de agua. Me he tomado el resto de la tarde para sorprenderle, sé que el martes acostumbra ejercitarse y dado que me ha proporcionado información valiosa, espero que mi sorpresa le guste.
Veo algunos hombres salir y entrar del lugar. Mirando mi reloj sé que mi alto chico no tarda en salir así que preparando mis planes para soltar una bomba de sucesos planeo llevarlo a cenar y así aminorar todo lo que representa la visita de mis padres.
JULIEN NAMJOON MEESTER
La gota de sudor recorre mi frente, los brazos me hormiguean y puedo sentir mi espalda contraerse del esfuerzo, sin embargo detengo la rutina porque incluso en el dolor encuentro cierto placer al saber que mis músculos se han hecho mierda.
El ejercicio es un gran liberador de dopamina, me relaja y me hace sentir extasiado. ¿Quién diría que sería un maldito enamorado al encontrar algo, o mejor dicho alguien que me hace sentir de igual forma? Todos estos meses, al convivir con ella me he dado cuenta que aun en mi negación y el querer poner cierta distancia para evitar perder la cabeza por esa chica de cabellera pelinegra, he descubierto que estoy jodido. Jodido en sus encantos y en sus ojos gatunos y la sensual curva de su sonrisa.
Me tiene jodido de la cabeza.
Pero no me arrepiento, no lo hago porque sé que ella y la mierda que tenemos entre los dos es equitativo así que estos meses juntos me han ayudado a romper varios paradigmas que tenía sobre ella y su vida. Pensamientos erróneos al suponer que al ser una hija de oro sería alguien superficial y vacía. Cuando Mcklein es totalmente lo opuesto, lo he comprobado con mis ojos y eso me hace aun más feliz porque sé que mi chica es una reverenda malcriada y dolor en el culo ajeno cuando tiene ese personalidad picante e irritante, pero también es como un lindo gatito en busca de caricias.
Su dualidad me apasiona.
Un libro que siempre encuentro algo por lo cual aprender y que parece nunca podré ponerle fin.
"¿Viste a la hermosa pelinegra que está afuera? Joder que es tan sexy, parece alguien de clase. Solo mira el carro que se carga"
Detuve los golpes en el saco de box al escuchar hablar un par de amigos que estaban calentando en la esquina del lugar. " Parece que espera a alguien" ambos rieron "Que me esperé a mí, mira que todo es sensual es esa mujer. Ella es mi tipo ideal" susurran.
