Una noche perfecta

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Advertencia si eres menor de edad no leas esto, no nos responsabilizamos por traumas.

Estaba anocheciendo, y como cada vez que Orfeo salía con su amada Eurídice volvían a su casa a la puesta de sol, al llegar a su casa y cómo casi siempre Orfeo preparaba la cena y Eurídice se duchaba, al salir de la ducha la Ninfa se sentó a comer con Orfeo, después de un incómodo silencio Eurídice pregunto

-¿Conociste a tu madre o a tu padre?

- No, respondió Orfeo, a mi madre si la conozco y se donde vive pero a mi padre solo lo he visto una vez, cuando me regalo la lira ¿Y tú conociste a tus padres?

- No, nunca los conocí ni siquiera se sus nombres.

- Lo siento

- No te preocupes no es tu culpa.

Al terminar la cena Orfeo organizó la mesa, y sostuvo a Eurídice por sus caderas y la pegó contra la pared, con una mano de cada lado de su cabeza, la beso, era un beso violento y Orfeo camino hasta la habitación con Eurídice en sus brazos, al llegar a ella la tumbó delicadamente en la cama y empezó a retirarle su largo y blanco vestido y abrió sus piernas con sus rodillas y se situó en ellas, Orfeo sintió como Eurídice temblaba de placer al sentir su excitación.

Orfeo retiro la prenda superior que cubría los pechos de su amada los cuales chupó y lamió, cuando Orfeo se cansó de los pechos de su amada retiro la última prenda que le faltaba y admiro su intimidad un momento y introdujo un dedo dentro de ella y Eurídice gimió  mientras Orfeo sacaba sus dedos y los metía nuevamente en la intimidad de la Ninfa, algunos minutos después sintió a la Ninfa temblar y sintió cómo sus dedos se llenaban de fluidos naturales de la Ninfa, Eurídice al recuperar la respiración le quitó los pantalones y la camisa a Orfeo y se sentó en su regazo, Orfeo la miro sorprendido por la manera tan erotica en la que le había dejado casi desnudo.

Eurídice intento quitar la ultima prenda de Orfeo pero se encontró al hijo de Apolo mirándola fijamente a lo que se ruborizó y no continuó con tu tarea, Orfeo la mira sonriente, le encantaba verla sonrojada y acarició sus largos y hermosos cabellos y la ayudo con la labor.

Orfeo sentó a Eurídice en su regazo y la agarro por las caderas y se introdujo en ella lentamente a lo que gimieron al unísono, se sentía tan apretado que casi se corre al entrar en ella, Eurídice comenzó moviéndose de adelante hacia atrás torpemente, Orfeo la sujeto de sus caderas ayudándola con la labor, después de un corto tiempo Orfeo volteo a Eurídice y se situó encima de ella y comenzó a moverse

- Ahh gimió Eurídice, más ra ahh pido

Orfeo sonrió, saber que el era el causante de su gemidos lo excitaba más

- Mia, eres solo mía

- Soy tuya ahh, mas rápido

Orfeo aceleró sus embestidas hasta que sólo que escuchaban sus gemidos y ese sonido erotico que se producía por la unión de dos seres.

Unas embestidas más y Orfeo terminó dentro de su amada, Orfeo acomodó a Eurídice en su pecho y le acarició el pelo hasta que se quedó dormida y unos minutos después el también cayó en brazos del morfeo.

Orfeo y Eurídice: una historia de amor como las de antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora