Orfeo despertó y besó la frente y el vientre de su esposa mientras dormía, amaba ese pequeño bulto en su vientre, no lo podía creer sería papá, y sería el mejor papa que pudiera ser, ya que nunca tuvo un papá que jugara con el o que le diera consejos y el no sería así con sus hijos.
Agarró unos papeles y comenzó e escribiré varias cartas para sus amigos para su madre para Elisme su mejor amiga casi hermana, se sentía emocionado le gustaría ver la reacción de todos al enterarse así que mando las cartas y se dispuso a preparar el desayuno, supuso que una mujer embarazada debe comer bien,así que le preparo 2 tostadas a su esposa y un jugo de naranja y saldría más tarde a comprar más comida.
Cuando terminó fue a su habitación y encontró a su esposa dormida así que fue al jardín y le hacho agua, también pensó que si su esposa estaba embarazada no podría hacer esa labor porque podría lastimar a su bebé.
Comenzó a comer solo ya que se negaba a despertarla mientras pensaba que ropa le compraría a su hijo o hija, jamás pensó que esa inocente Ninfa a la que observo bañándose tranquilamente en un lago sería la madre de sus hijos, Orfeo jamás fue un muchacho de relaciones seria y incluso llego a pensar en jamás casarse y mucho menos en tener hijos, había estado con muchísimas mujeres pero nunca se enamoró de una, pero llego ella y desde que la escucho cantar con su hermosa voz, su inocencia y su dulzura supo que ella era diferente, y nunca se arrepentiría de nada.
De repente una hermosa figura femenina apareció delante de él
- Buenos días dormilona, ¿Como amaneciste?
- Buenos días, muy bien gracias
- Mira he preparado el desayuno para ti
- No crees que es demasiado
- No, estás embarazada y necesitas alimentarte bien, dijo besándola, no te preocupes bebe para ti también tengo un beso, dijo de nuevo y besó el vientre de su esposa
Eurídice sonrió al ver lo emocionado he estaba su esposo y simplemente se sentó en la mesa a comer pero no pudo comerse las dos tostadas, era demasiado y ya no tenía hambre
- No comeré más es demasiado
- Tienes que comer pequeña, el bebe lo necesita
- No quiero más, iré a regar las plantas
- Ya las he regado
- Porque si sabes que me gusta regarlas
- Porque estás embarazada y no puedes hacer trabajos, nesesitas descansar
- Ya he descansado, y si estoy embarazada pero necesito hacer algo
- Ven acá, dijo y la cargo llevándola a la cama y recostándola en está mientras se acostaba a su lado, quería acostarse en su pecho, pero tenía miedo de dañar al bebe, su esposa pareció leer su mente y los atrajo hacia su pecho pero el puso resistencia
- No quiero lastimar al bebe y a ti con mi peso
- Orfeo estas exagerando un poco, no me lastimarás ni a mi ni al bebe estamos en perfecto estado por favor ven aquí, dijo volviéndolo a atraer hasta su pecho y esta vez no puso resistencia mientras acariciaba en vientre de sus esposa con sus manos
- Como está mi bebe, como está el bebe de papa.
Eurídice sonrió, le encantaba ese Orfeo el Orfeo tierno del que se enamoró, no le gustaba cuando estaba enojado a triste.
- Sabes que me encanta que sonrías verdad, ojalá mis hijos salgan como tú.
- Quiero que tengan cosas tuyas, me gustan tus ojos son hermosos también.
- Si pero no como los tuyos son verdes y hermosos.
Orfeo abrazo a su esposa acostándose cuidadosamente en su pecho y ahí se quedó dormido, mientras ella sonreía y acariciaba su cabello negro.
ESTÁS LEYENDO
Orfeo y Eurídice: una historia de amor como las de antes
Fiksi PenggemarOrfeo era un chico hijo del dios Apolo dios de la música y el sol tocaba su lira maravillosamente y un día conoce a Eurídice de quien se enamora perdidamente Orfeo, Eurídice era una Ninfa de montaña con una espléndida voz la cual llama la atención d...