Una propuesta

36 10 3
                                    

Advertencia si lees este capituló está en tu responsabilidad, no nos responsabilizamos por traumas

-¿Te casarías conmigo? y me harías el hombre más feliz del mundo, dijo Orfeo sonriendo

- Oh por el Olimpo, claro que quiero casarme contigo, dijo saltando a abrazarlo

Orfeo respiro aliviado, te amo pequeña, me haces el hombre más feliz, dijo mientras la abrazaba, Orfeo tomó su mano y colocó el anillo en uno de sus dedos, perdón si no fue el anillo que esperabas, me pareció perfecto.

- No te preocupes es perfecto, gracias.

Así que Orfeo se acercó y la besó apasionadamente, comenzó a quitar su vestido lentamente hasta que este callo al suelo, Eurídice comenzó a quitar el traje de Orfeo lentamente, hasta que su camisa calló al suelo junto con su vestido, y comenzó a quitar sus hermosas zapatillas mientras que Orfeo quitaba sus pantalones y sus zapatos quedando los dos en ropa interior.

Orfeo cargo a su amada y entró al lago con ella en sus brazos y allí siguieron besándose, Orfeo comenzó a besar su cuello y a morderlo mientras que Eurídice comenzaba a gemir, Orfeo quitó su sujetador y comenzó a besar sus pechos los mordía y lamía despacio mientras que con su mano libre pellizcaba el otro pecho.

-¿Te gusta pequeña?

- Ah si si no te detengas.

Cuando Orfeo se cansó de sus pechos comenzó a quitar la última prenda que le quedaba y rápidamente introdujo dos dedos en su intimidad a lo que Eurídice gimió con más fuerza, cuando ella Ninfa llegó al clímax, con sus manos aun temblorosas por el orgasmo quitó la última prenda que le quedaba a Orfeo y comenzó a acariciar su miembro despacio de arriba a abajo, a lo que Orfeo soltaba algunos gruñidos que incitaban a la Ninfa a seguir con su labor, hasta que sintió cómo Orfeo llegaba al clímax soltando un gruñido más fuerte que los demás.

- Mujer ¿Quien te enseñó a hacer eso?, dijo Orfeo un poco agitado escuchando una risita de parte de la Ninfa.

Orfeo se lanzó a besarla mientras tomaba agua con su mano libre y la hechaba por los hombros, cuello y cara de Eurídice.

Orfeo comenzó a rosar su miembro en la intimidad de la Ninfa, quería que ella se lo pidiera, tal y como las otras veces.

Orfeo, se quejó la Ninfa molesta, así que Orfeo comenzó a entrar la punta de su miembro en su intimidad mientras que Eurídice se agarraba de sus brazos y con sus piernas empujó a el hijo de Apolo hasta su interior, soltando un grito de placer junto con un poco de dolor al sentir como su miembro llegaba hasta el fondo, mientras que Orfeo soltó un gruñido al sentirse dentro de ella.

Orfeo empezó a moverse rápidamente cargando a la Ninfa y sacándola del lago para seguir con sus embestidas en el pasto, ahí comenzó a moverse a aún más rápido y comenzó a besar su cuello y a morderlo mientras con la mano libre agarraba el pasto con tanta fuerza que lo arrancaba de la tierra.

- Ahh Orfeo, más más rápido

Orfeo comenzó a besar sus labios para callar sus gemidos y entrelazó sus manos y antes de llegar al Clímax, se acercó a su cuello y lo mordió.

Y ahí se quedaron toda la noche abrazados sin antes decirse, te amo, mientras que Orfeo acechaba cualquier cosa que pudiese hacerle daño a su princesa.

Orfeo y Eurídice: una historia de amor como las de antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora