Conociendo a Víctor

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Orfeo despertó temprano y decidió dejar a Eurídice dormir  un poco mas, al mirarla sonríe la amaba, ya estaba seguro de ello.

Recordó que tenia que hablar con Elisme y su nuevo novio, estaba celoso claro que estaba celoso ella era como su hermana y de repente llega a su casa y encuentra a un tipo poseyéndola mientras la pegaba a la pared, su primer pensamiento fue ir a golpearlo pero no quería hacer un escandalo.

Preparo el desayuno, y también recordó que tenia que ir a buscar otro tipo de comida, aparte tenia trabajo en su rancho, de repente pensó en su padre, no sabia porque pero llego a sus pensamientos, su madre hablaba con nostalgia de el pero nunca supo el porque, pero años atrás cuando aun era un niño pensaba que quizás su padre había abandonado a su madre y que por eso esta nunca quiso hablarle mucho de el, ¿Qué estaría haciendo? se llego a preguntar muchas veces, ¿Pensaría en mi? se pregunto infinidad de veces de pequeño y ahora la misma pregunta volvía a sus pensamientos, que se sentiría tener un padre, que se sentiría ser padre y sonrió al imaginarse un niño de cabellos rojos y de ojos verdes jugando en su patio, salió de sus pensamientos al sentir unos dulces brazos abrazándole, se volteo y ahí vio a la hermosa ninfa que le había robado el corazón y le sonrió dulcemente.

-Buen día dijo Orfeo aun sonriendo, ¿Cómo te sientes?

-Buen día, dijo Eurídice devolviéndole la sonrisa yo estoy bien y tu como has amanecido

-He amanecido bien, tengo a la Ninfa mas hermosa conmigo dijo y volvió a sonreír al ver a la Ninfa sonrojada, te he preparado el desayuno, hoy iremos a casa de Elisme quiero ver quien es ese tal Víctor.

-¿Estas celoso? pregunto Eurídice riendo

-Es como mi hermana y la he visto siendo penetrada por un desconocido claro que estoy celoso.

-Ella estará bien el no parece mal chico tranquilízate, Iré a bañarme al rio tu báñate en la ducha.

-De eso nada tu vienes conmigo, dijo Orfeo y entre risas cargo a Eurídice y la llevo con el la ducha y allí volvió a a hacerla suya.

Al salir Orfeo se cambio junto con Eurídice, al terminar se dirigieron a casa de Elisme y mientras iban de camino Eurídice dijo

-Prométeme que no armaras un escandalo si se vuelve a repetir la escena de la vez anterior

-Lo intentare pero no prometo nada

-Promételo por favor, dijo Eurídice a modo de suplica, y se lanzo y le planto un corto beso, por favor repitió, si lo prometes te daré un regalo al llegar a casa dijo susurrándole lo ultimo al oído

Orfeo se imagino a Eurídice delirando de placer debajo suyo, había ganado esta vez, reía para sus adentros se había convertido en un blandengue delante de esta mujer, algo que nunca pensó que haría, donde había estado esta chica toda su vida.

-Lo prometo

Al llegar a casa de Elisme, Orfeo la encuentra sentada en el sofá con la mirada perdida mientras Víctor le acariciaba la espalda.

-Buen día, dijo Orfeo mirando a Víctor el cual se paro y le dio la mano con una sonrisa

-Buen día, dijo Víctor sin dejar de sonreír, de repente vio como Víctor le daba la mano a Eurídice con una sonrisa, Eurídice llevaba un hermoso vestido que resaltaba su hermosa figura y su cabello estaba perfectamente limpio y arreglado y sintió una punzada de celos al ver como Eurídice le devolvía la sonrisa pero Elisme lo distrajo al lanzarse a abrazarlo.

-Orfeo que bueno que has llegado, Eurídice ven acá tengo que enseñarte algo, dicho esto agarro a Eurídice de la mano y se la llevo al patio dejando a los dos chicos solos.

-Bien siéntate, ponte cómodo, dijo Víctor.

- Gracias, dijo Orfeo sentándose en el sofá, mira se que eres el novio de mi mejor amiga casi mi hermana, solo te pido que la cuides porque no me molestare en golpearte si le haces daño, aparte de eso tómala enserió y trátala bien porque si veo que le hablas mal o la humillas también te golpeare y otra cosa si me doy cuenta que le eres infiel no saldrás completo ¿Te queda claro?

- Claro que si, cuidare de ella hasta el final, yo la amo y no me atrevería a serle infiel, me alegra que alguien haya cuidado de ella cuando no estaba yo, ¿Amigos? dijo Víctor tendiéndole la mano

-Amigos, dijo y le tendió la mano el también, dicho esto se dirigieron al patio con las chicas

-Pasaron la tarde charlando y riendo y cuando empezó a anochecer  Orfeo y Eurídice se despidieron y se dirigieron a su casa, Orfeo sonreía para sus adentros al pensar lo que le esperaba al llegar a casa...

Orfeo y Eurídice: una historia de amor como las de antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora