Celos y el monte Helicón

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Era una carta de su madre, tenía mucho tiempo sin saber de su madre, si sabía dónde vivía pero no la visitaba frecuentemente es más llevaba más de un año sin verla, nunca se llevaron muy bien ya que ella siempre estaba ocupada y el era un niño que la necesitaba pero luego creció y se alejó de ella

La carta decía que la viniera a visitar y le pedía que llevara a su novia con el,¿Como sabía su madre de Eurídice?, los chismes vuelan, se apresuró y se cambió rápido y le dejó una nota a Eurídice para que no le abrierais puerta a nadie, si prometió que no la dejaría sola pero no tenía tiempo para llevarla donde Elisme, así que decidió apresurarse en sus labores y así no dejar a su amada una larga cantidad de tiempo sola en casa así que Orfeo salió rápidamente de su casa hacia dónde se localizaba su ganado de ovejas.

Mientras Eurídice comenzaba a despertar busco a Orfeo en su cama pero no lo encontró de inmediato su estado de ánimo disminuyó un poco asi que puso una camisa de Orfeo y busco por la cocina y ahí encontró una carta que decía: no le habrás la puerta a nadie por favor, suspiro, porque no la había despertado para ir con el, estaría con otra, no Orfeo no haría eso así que dejo de pensar en eso y hizo algo diferente de comer ya que Orfeo le había traído algunos vegetales hace unos días.

Después de una hora Orfeo ha había terminado de hacer sus deberes en su rancho así que corriendo se dirigió a un lugar donde unas Ninfas vendían pan compró el pan y se dirigió rápidamente a casa, cuando llegó encontró a su amada Eurídice sentada en el sillón jugando con sus dedos y tarareando una canción se acercó a ella y la abrazo

- No te vi llegar, me has asustado

- No te preocupes nena ya estoy aquí mira te he traído pan, ¿Que has hecho de desayuno?

- En la nevera hay una ensalada si quieres cométela, ¿Querías algo más? Dijo con voz seria Eurídice, había intentado ignorar sus celos pero le molestaba mucho pensar que Orfeo le dejaba sola para irse con otra

- Te sucede algo princesa, pregunto Orfeo al ver la seriedad en la voz de la Ninfa

- Porque no me has llevado contigo al rancho porque no me llevas y me dejas aquí sola, ¿Me ocultas algo?

- Orfeo soltó unas carcajadas, la dulce Ninfa que conoció en el lago estaba celosa, si estaba celosa, jaja estás celosa no puede ser estás celosa por los dioses

- No estoy celosa

- Ah no, soy solo tuyo princesa no necesito a nadie más cuando lo tengo todo contigo dijo y la besó apasionadamente el beso hubiera llegado a caricias íntimas, pero Orfeo se acordó de la carta de su madre y tenía que avisarle a Eurídice que tendrían que ir a verla

- Tengo que decirte algo pequeña, mamá me ha mandado una carta quiere que vayamos a verla y ella quiere que valla contigo, oye si no quieres ir esta bien, puedo decirle que no pudiste venir mamá es un poco entusiasta abecés

- Oye claro que quiero conocer a tu madre no te preocupes iré contigo, pero ¿Donde exactamente vive?

- El Monte Helicón, ahi vive y bueno tenemos que ir hoy

- Está bien ya me ha duchado y me cambiaré el vestido tú dúchate y cámbiate por favor.

Algunos minutos después los dos estaban listos, Orfeo miro embobado a Eurídice, estaba bellísima con ese vestido y su largo y pelirrojo cabellos peinado en un elegante moño, Orfeo agarro su mano y se encaminó hasta El Monte Helícon el cual no quedaba muy lejos de allí así que llegaron en menos de una hora allí vio unas escaleras las cual subió aún agarrado de la mano de su amada, al llegar ve a su madre sentada esperándolos

- Orfeo hijo..

Orfeo y Eurídice: una historia de amor como las de antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora