*Especial 1: Secretos que roban la calma*

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- ¿Entonces Taehyung? - la dulce voz de Eunyeong, la madre de Jungkook lo sacó de sus pensamientos.

Taehyung parpadeó sin saber qué decir, haciendo un gran esfuerzo por recordar aquello que la gentil mujer le estaba preguntando.

- Mamá ya dejalo, no has estado bombardeando con tus preguntas, casi no ha comido por eso - se quejó Jungkook mirando a su madre con algo de reproche. Como estaba sentado al lado de Taehyung, aprovechó para darle un leve apretón en la rodilla por debajo de la mesa, buscando calmarlo.

- ¿No te estoy importunando con mis preguntas o si Taehyung-ie? - quiso saber Eunyeong, mirándolo fijamente, evidentemente preocupada.

- No, no, no... Claro que no - se apresuró a negar Taehyung, mirando el casi intacto plato de comida que tenía enfrente - Me distraje con tan deliciosa comida.

La mujer asintió satisfecha ante sus palabras, sonriendo en grande al contemplar a los cuatro hombres con quienes estaba compartiendo aquella cena: su esposo Wang Ruiji, su hijo Jungkook, su hijastro Jackson y desde luego Taehyung, el novio de su hijo, a quien finalmente tenía el gusto de conocer.

Estaban cenando en la misma casa donde unos meses atrás Jackson había organizado aquella fiesta en la que asistió más de media universidad, aquella misma en la que Taehyung y Jungkook se habían besado por primera vez.

Taehyung sonreía y trataba de seguir el ritmo de la conversación que era naturalmente liderada por Eunyeong, pero simplemente no lograba concentrarse del todo, Jackson estaba sentado justamente al frente suyo y sentía su insistente mirada sobre su rostro en todo momento, era un tanto incómodo a decir verdad.

- ¿Se encuentra bien Hyung? - le preguntó Jungkook en un susurro, para que nadie más lo escuchara, depsues de todo, su madre y su padrastro se habían enfrascado en una discusión sobre si era Corea o China el país que tenía a los mejores esgrimistas del mundo.

- Si, perfectamente - le dijo Taehyung suavemente.

Jungkook lo miró no muy convencido, después de todo, él más que nadie sabía cómo era su familia y estaba perfectamente consciente de lo insistente y asfixiante que podría llegar a ser su madre, hasta el grado de incomodar a cualquiera y Taehyung se veía un poco descolocado desde el primer momento que había pisado la casa.

- Espero que tengas suficiente espacio en ese estómago para el postre Taehyung - le advirtió Wang Ruiji, logrando que el castaño apartará la mirada del rostro de Jungkook, para sonreírle en respuesta a su padrastro.

- Eso espero señor Wang - contestó Taehyung, escuchando segundos después la divertida risa del hombre.

- Así se habla muchacho - dijo Wang Ruiji asintiendo, antes de volver a hablar con su esposa.

El ambiente era alegre y agradable y pese a estar un poco incómodo, Taehyung la estaba pasando realmente bien, al igual que Jungkook, su madre y su padrastro, aunque quien parecía no estarla pasando tan bien era Jackson, que extrañamente estaba bastante silencioso y serio, algo no muy habitual en él y su mirada se posaba con demasiada frecuencia en Taehyung, frunciendo su ceño ante cada gesto o palabra del castaño.

- JB me escribió... Debo atender un asunto - dijo Jackson levantándose de repente de la mesa - No me tardó - sonrió débilmente, depositando un casto beso en la mejilla de Eunyeong, retirándose enseguida.

Taehyung lo siguió con la mirada, sintiéndose un poco culpable por la actitud de Jackson, después de todo, su relación con el chico de origen chino era un tanto complejo y difícil de definir.

- ¿Puedo usar el baño? - preguntó Taehyung levantándose de su silla, recibiendo las indicaciones de Eunyeong para encontrar alguno de los baños de la segunda planta, aunque en realidad no hacía falta, sabía exactamente donde encontrar al menos uno de los baños - Gracias, permiso - dijo alejándose, no sin antes dirigirle una sonrisa tranquilizadora a Jungkook.

Perfil Falso (Vkook/Kookv) (Wattys2019)(EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora