La mansión Clermont estaba sumamente a la expectativa. Alex y Jissel se habían alterado en cuanto el chofer de la familia anunció la desaparición de la señorita Deva. En cambio, Priscilla se mordía las uñas pensando que sería castigada nuevamente por no asegurarse de que esa niña llegara al punto de unión con los asesinos que su madre había contratado. Desde tener la inscripción aceptada a la academia, para tener un propósito innegable para el viaje, hasta la contratación de asesinos profesionales que no tuvieran reparo en hacer correr la sangre de una niña, todo ello había sido planeado por los Borbonia. Pero ahora, esa abominación seguía viva por algún lugar de las afueras de Versobia, habiendo escapado con éxito. Pensaba hacerse cargo de la búsqueda para cuando la encuentren, definitivamente la borren del mapa, pero no contaba con la intervención del segundo príncipe y su mano derecha Emil Tartalia, que comandaría la búsqueda. Solo le restaba esperar su regreso, si tenía suerte, traigan su cuerpo sin vida. Ya que era una niña noble, que había vivido con todas las comodidades y que nadie le haría caso por su edad. Probaría un poco de la crueldad de la vida real y bajaría los brazos frente a tanta soledad. Sin embargo, si llegaba con vida, haría lo posible, mientras todavía tuviera el control de su pequeño cuerpo, en darle fin de una vez por todas.
Alex se mantenía con Jissel mientras su madre se encerraba en su habitación. Comenzó sin demora lo que Deva deseaba que hiciera. Ella le dijo que no podía asegurar su vida, pero sí podía intentarlo, y con ello él estaba satisfecho, ya que todo lo que su hermana mayor le ponía empeño, se cumplía. Tal vez antes de ellos daba varios giros y complicaciones, pero que llegaría a la meta era seguro. Quería creer que esto no sería diferente. Había conseguido el apoyo del segundo príncipe y el hijo del Duque Tartalia, eso no era menor.
—¿La están buscando?, ¿podemos ir también? —Jissel sostenía los brazos de su hermano.
—Lo siento Jissel, no podemos —los parpados de Alex se cerraban con pesadez —pero te prometo que cuando sea mayor, tomare el suficiente control de esta familia para que ya no nos limiten. Tu también tendrás que volverte fuerte para ese entonces.
—Si hermano, cuanta conmigo.
Los cristales de los ojos de Jissel aún eran infantiles, y podría no entender todo lo que sucedía, ni la gravedad de sus palabras, pero no se desesperaba por ello, tendría tiempo para hacerle entender.
Mientras, el escuadrón de búsqueda comandado por Emil estaba rodeando todo el territorio del primer pueblo partiendo desde el cruce hacia las afueras de Versobia. Allí, antes de cruzar, les habían dicho que ciertamente habían visto a una niña de cabellos negro y fina vestimenta correr por las calles, y el ultimo que había declarado había sido el gerente del servicio de transporte. Al principio parecía no estar muy predispuesto a colaborar, pero en cuanto Emil le ordenó a un caballero que lo arrinconara con la espada, soltó con un sudor frio todo lo que sabía. El gerente no sabía que era parte de una familia noble, y se llevó un susto impartido por el representante del segundo príncipe. Luego sus compañeros le habían explicado que esos uniformes eran claramente de la familia Real.
Cuando Emil tuvo lo necesario para continuar, aunque no el destino de Deva, ya que cada pasajero no notifica su parada, era un transporte que recorre hasta el cuarto pueblo, y luego regresa. Pero, en definitiva, en alguno de esos pueblos debía estar, y ya la seguridad de que había escapado y seguía viva, la tenía. Así es como llegó el escuadrón de caballería al primer pueblo, mezclándose con la gente, y preguntando a cada campesino que se les cruzara.
Emil se mantenía con sus ojos violáceos observando el perímetro en el centro de la plaza principal del pueblo. Era calmado y familiar, parecía una fracción de tierra diferente a la capital de Versobia, pero no por eso bajaba su guardia, intentando percibir si alguna de las personas de aquí hubieran dado con Deva, pero por lo pronto, estaba bastante seguro que no era este pueblo.
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LA SOMBRA DEL DESTINO
Fantasy"Reencarne en la hermana mayor de la protagonista para servir en la trama de una novela como un extra villano que muere horriblemente y le deja un pasado traumático. ¡¡¿Ósea que solo existo como anécdota del prologo?!!" Ella está destinada a morir...