#1 E pale mau wau iā ʻoe [ChisaDeku] [Omegaverse]

Capítulo 3

Ya habían pasado dos meses desde que aquellos maltratos habían comenzado, sus descansos sólo eran los fin de semana y no era suficiente para sanar sus costillas rotas; cada día era peor, evitaba a su madre cuando ésta llegaba a casa y no comía el almuerzo ni la cena, a dura penas daba bocado para el desayuno y salía hacia el instituto; ni siquiera le respondía ya los mensajes ni las llamadas a su mejor amigo y sabía que el cenizo ya debía saber lo que estaba sucediendo con él pero no le importaba ya en lo más mínimo.

Era un omega, no tenía nada bueno para ningún alfa, quizá por eso era maltratado cada día y recibía malas palabras mezcladas con burlas... Meses tras meses, día tras día y nada cambiaba, ya no tenía fuerzas para pedir clemencia, para pedirle a aquellos alfas que lo maltrataban que se detuvieran de hacerle daño, ya no tenía más lágrimas para dar porque ya estaba roto, ellos se habían encargado de romper algo dentro de él haciéndolo un muñeco sin vida alguna para el mundo y tristemente para su madre.

Ese día en el que se encontraba yendo hacia la biblioteca con la mirada gacha, procurando ser tan invisible como se le fuera posible —Estaba claro que no fue lo suficientemente invisible—, aquel mismo grupo de alfas lo tomaron del cabello para llevarlo hacia el piso superior; era hora de recreo por lo que no habían alumnos en el lugar y mucho menos profesores pero Izuku ya sabía que aún si hubiese alguien no lo salvarían porque aquel grupo eran los alfas más fuertes de todo el instituto, alfas con un futuro brillante gracias a sus padres quienes eran dueños de empresas o trabajadores directos del gobierno, Izuku estaba seguro que incluso los padres de aquellos que lo maltrataban estaban tan manchados como sus hijos porque de otra forma no sabría cómo explicar la maldad que rodeaba sus corazones.

Fue lanzado directo a una pared y puede jurar que escuchó algo tronar, posiblemente otra costilla, sería de nuevo la tercera en ese mismo mes ya que anteriormente se le habían curado en los meses anteriores, simplemente apretó los dientes para soportar el dolor y se acomodó en el suelo para apoyarse en la misma pared con la que chocó, manteniendo la mirada en los zapatos de aquellos alfas que simplemente reían al verlo.

—Bueno, me estoy aburriendo de que ya no chilles ni digas nada mientras te lastimamos —Comentó uno de aquellos alfas quien no se había reído como los otros.

—Es verdad, deberías comenzar a chillar de nuevo, asqueroso omega —Secundó otro de los alfas.

Izuku apretó las manos en puños y se negó a hablar, esperaba pacientemente el día en el que terminaran de lastimarlo y lo mataran de una buena vez porque se estaba cansando.

—¿No vas a responder? Además de ser un asqueroso omega también eres un grosero, somos tus sempai, responde lo que te decimos —Gruñó el primero que había hablado anteriormente.

—Váyanse. a. la. mierda —Escupió Izuku y aunque fuera en contra de las reglas de la jerarquía, alzó la mirada hacia aquel grupo. —No voy a hacer nada de lo que me ordenen.