Epílogo

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Maratón: 5/6

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Tres días después.

La habitación donde Izuku y Chisaki habían estado durmiendo desde el primer día, se encontraba totalmente a oscuras a pesar de la hora, el pecoso estaba despierto y acurrucado entre los brazos de su alfa mientras ronroneaba a gusto con las feromonas suaves que desprendía el cuello ajeno, mismo donde se hallaba restregando el rostro y Chisaki simplemente lo dejaba hacer, estaba más concentrado en no volver a caer en los brazos de Morfeo por aquel suave ronronear de su pareja y mismo que lo arrullaba cada noche luego de un largo día agotador, aunque Izuku negara que ronroneaba mientras se estaban durmiendo.

El viaje iba de maravillas, el día anterior la mujer que había peleado con Kimura se había disculpado con Izuku y había obligado a su hijo a hacer lo mismo luego de enterarse lo que éste había estado haciendo en el último año de sus estudios, le avergonzaba muchísimo no haberse dado cuenta la clase de hijo que había estado criando hasta esos momentos e Izuku sonrió levemente antes de aceptar las disculpas, sintiendo pena por el alfa que constantemente era regañado y golpeado por su madre. Los Kai eran los que más se divertían cuando veían aquella escena, pero se quedaban callados cuando Izuku los miraba de mala manera por estar burlándose de otros a sus espaldas, aunque ellos lo estaban haciendo de frente.

El cronograma del grupo de los tres días había terminado el día anterior y ahora debían estar disfrutando del desayuno en la playa o en la piscina del hotel, la pareja no estaban seguros, pero tampoco era como que les importara demasiado puesto que estaban más centrados en ellos, aunque igualmente Izuku sí estaba pendiente de la hora puesto era el que estaba a cargo de que todos los que avisaron que se irían, subieran sin falta al monorraíl que sería el que los llevaría de regreso, sería un paseo igual de hermoso a cuando llegaron puesto que también se había informado de ello y le emocionaba la idea de que todos disfrutaran de su regreso.

Desde que pasaron la primera noche en la habitación de hotel, Chisaki no se había separado en ningún momento de su omega, ni siquiera durante la realización del cronograma y los distintos paseos que han tenido en esos tres días, sólo lo dejaba ir solo al baño y eso era porque aún no cruzaban ese paso de la confianza íntima, por supuesto que ganas no les faltaban a ambos puesto que había veces en las que cada beso entre los dos estando solos subía un poco de nivel y los dejaba acalorados, pero la vergüenza podía más y no terminaban haciendo nada más que encargarse de ellos mismos en su propia intimidad antes de que siguieran haciendo como si nada hubiese sucedido.

—Tigrecito me estoy durmiendo de nuevo —Se quejó Chisaki cuando sus párpados ya no querían despegarse. —No me sigas ronroneando cariño —Pidió mientras los apachurraba entre sus brazos. —Vamos, tenemos que levantarnos para ir a desayunar.

—No quiero —Fue lo único que Izuku respondió, pero dejó de ronronear para que el mayor pudiera salir de los brazos de Morfeo.

—¿No tienes hambre? —Cuestionó Chisaki bajando la mirada hacia su novio cuando pudo abrir los ojos y dejó un beso en su frente con cariño.

—No quiero levantarme —Murmuró Izuku dejando el rostro en el pecho ajeno con los ojos cerrados.

—Entonces déjame levantarme y yo voy por la comida de ambos —Ofreció Chisaki viendo hacia la ventana semi-abierta de la habitación donde el sol se colaba. —Hari ya debe estar durmiendo.

—No creo que lo haga, ese chico llegó aquí de alguna manera y sigue igual de insistente que la primera vez —Comentó Izuku al recordar al chico que se había declarado ser el destinado del peliblanco, ni siquiera recordaba su nombre, pero si lo aterrador que era como acosador.

#1 E pale mau wau iā ʻoe [ChisaDeku] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora