#1 E pale mau wau iā ʻoe [ChisaDeku] [Omegaverse]

Capítulo 31

Maratón 10/15
Comisionado por: MarthaBonifacioalfar

•••••

14 de Febrero.
Hora del festival: 17:10

La mirada de Izuku iba de Katsuki hacia Shouto y así un par de veces, los dos tenían cara de haber realizado alguna travesura, pero por suerte no olían a almizcle, así que estaba tranquilo y para nada incómodo en esos momentos, aunque no iba a negar que sentía curiosidad por lo que habían hecho antes de llegar.

—Aquí tienes, ve a cambiarte —Comentó Katsuki entregándole la bolsa que había estado llevando desde que salió del apartamento. —Esperaremos en la entrada del dichoso festival, ya vi un par de extras y quiero evitarlos a toda costa.

—Gracias Kacchan —Respondió Izuku tomando la bolsa y rió sabiendo que los "extras" eran sus compañeros de clases, todos los omegas del club de fans que tenía el cenizo. —Procura no meterte en problemas en lo que me cambio, le diré a Chisaki-sempai que los alcance.

—¿Y el otro extra no nos acompaña? —Cuestionó Katsuki con el ceño fruncido y terminó alzando una ceja por la sonrisa extraña que tenía el pecoso al nombrar al extra. —Hay algo que no me has contado, Deku. ¿Qué es?

—Hari-sempai me está esperando en los vestidores —Respondió Izuku con tranquilidad y apretó los labios al escuchar la pregunta ajena. —Aún no. ¡Nos vemos en unos minutos!

—¡Deku vuelve acá! —Exclamó Katsuki al ver salir corriendo a su mejor amigo y escuchó reír a su omega. —¿Qué sabes tú que no me han dicho?

—Yo no sé nada, vamos Katsu —Respondió Shouto antes de arrastrárselo lejos de allí mientras el cenizo gruñía descontento.

Izuku por su parte corrió hacia los vestidores para los omegas, escondiendo una sonrisa detrás de la bolsa donde su kimono se encontraba, tarareando contento mientras cruzaba pasillos y se detuvo a unos pocos pasos de la puerta de los vestidores al ver al grupo de alfas que se habían metido con él hacía pocos días atrás, parecían buscar algo o alguien porque estaban por meterse en el vestidor y frunció el ceño, sacando su celular para buscar el número de emergencia que Hekiji le había entregado hacía unos pocos días atrás por si se terminaban separando en el centro comercial mientras compraban, por suerte no había sucedido, pero ahora necesitaría al hombre y se preguntó cuánto podría tardar en llegar si le repicaba. Se acercó lentamente antes de pasarles por un lado sin decir nada y con intención de entrar a los vestidores, pero fue detenido.

—Aquí estás —Comentó el mismo alfa al que le habían roto el brazo. —Sabía que estarías cerca, pero no estaba seguro.

Izuku chilló por lo bajo y presionó el botón de llamada, siendo jalado y sostenido mientras soltaba el celular, tendría que cambiarle la pantalla pronto por culpa de ese grupo de alfas y aun así no se preocupaba por eso si no por el hecho de lo que podrían hacerle.

—No te preocupes, te cuidaremos mejor que a tu amigo allí adentro —Comentó el alfa con una sonrisa traviesa sobre sus labios. —Todos los omegas son débiles cuando se les ataca por detrás, si vieras la sangre salir de su cabeza —Agregó entre risas junto a los otros. —Ese fue el pago por mi brazo roto, ya que el director no hizo nada, entonces lo tengo que hacer yo.

Y eso fue todo, la información fue rápidamente procesada por Izuku quien cedió el control a su omega interior y un gruñido bajo salió de su garganta, pequeñas garras salieron en lugar de las uñas romas del humano y los enormes ojos esmeraldas que antes eran completamente expresivos y llenos de brillo fueron cambiados por unos completamente opacos; el tigre no pensó en ningún momento en las consecuencias de lo que sucedería luego, no, él sólo pensó en el hecho de que habían lastimado a uno de los suyos y no tardó en lanzar el primer zarpazo hacia el rostro del alfa que lo sostenía, dejándolo ciego por los momentos antes de lanzársele encima al otro frente a él, rasguñando su boca antes de que se le ocurriera utilizar la voz de mando y luego fue por el tercero, lanzándose para prácticamente deshacerse de él. El suelo donde estaban en esos momentos tenía un charco mediano de sangre que iba creciendo luego de que el omega interior de Izuku le clavó las garras en el cuello al tercer alfa y se levantó con intención de terminar de encargarse de los otros dos que se habían levantado por su cuenta para detenerlo.